Logo de cuatro
Deportes Cuatro

cuatro

Santi Mina ofreció 400.000 euros a la joven a la que supuestamente agredió sexualmente para que mintiese en el juicio

El juicio por agresión sexual contra Santi Mina –actual delantero del Celta de Vigo y por entonces en el Valencia- y David Goldar –del Ibiza- ha sido visto para sentencia. El gallego se enfrenta a una pena de ocho años de cárcel por supuestamente agredir a una joven en junio de 2017 en Mojácar (Almería).

Mina intentó defenderse en el juicio utilizando la estrategia ya aplicada por otros condenados como ‘La Manada’ en Sevilla: culpabilizando a la joven. Así su abogada, Fátima Magdalena Rodríguez, preguntó en una de las sesiones a un detective contratado por el deportista si la denunciante "Llevaba falda y ropa ajustada" o “tomaba copas y tenía una vida ordenada”.

En la última sesión el abogado de la denunciante, Iván Bolaño Piña, ha denunciado que los dos futbolistas ofrecieron 400.000 euros a la joven para que mintiese en el juicio sobre la agresión sexual.

Se mantiene la petición de 8 años de encierro

El fiscal Miguel Blasco ha elevado a definitivas sus conclusiones y ha mantenido su petición de ocho años de prisión para Santi Mina. Únicamente ha modificado su escrito para incidir en que Mina actuó de forma “sorpresiva”, que no iba desnudo sino en calzoncillos cuando ocurrieron los supuestos hechos, y que éstos ocurrieron en un “vehículo” y no en una caravana.

También ha mantenido su acusación el abogado de la denunciante, Iván Bolaño Piña, quien en este caso pide nueve años y medio de prisión para Mina y el futbolista David Goldar, ya que apunta que a pesar de no haber participado activamente en la presunta agresión sexual, no hizo nada para evitarla.

Los hechos denunciados

La joven denunció que en el verano de 2017 “estaba manteniendo relaciones consentidas con Goldar después de haber estado la noche de fiesta y entonces entró Santi Mina y le introdujo el pene en la boca”.

Los médicos forenses han explicado que la mujer presentaba cuatro lesiones genitales, equimosis que podrían ser compatibles con el momento en el que se produjo la presunta agresión sexual, y que la mujer se mostró “nerviosa, ansiosa” y con “rechazo a la exploración” ginecológica que se le practicó.