El crossfit es un deporte de esos que te atrapan cuando lo pruebas por primera vez. Un círculo vicioso que, además, ofrece muchos beneficios en nuestro cuerpo si lo explotamos como es debido.

Es cierto que, al principio, puede llegar a abrumar, ya que tiene mucha terminología específica y mucho anglicismo con el que quizás no estamos familiarizados. Pero, con un poco de práctica, lo dominaréis a la perfección y lo querréis practicar cada día.

Entre los ejercicios más recurrentes del mundo del crossfit están los denominados EMOM. Vamos a explicaros en qué consiste y qué beneficios tiene.

Los ejercicios EMOM son el acrónimo de ‘every minute on the minute’, y se trata de un plan de entrenamiento destinado a quien quiere adelgazar y tonificar su cuerpo, ya que se ha mostrado como el más efectivo para ello.

Con esta práctica podremos implementar ejercicios tanto de cardio como de fuerza. Lo principal es marcar las repeticiones que queremos hacer de cada ejercicio y tratar de conseguir llegar a esa cifra en menos de un minuto.

El tiempo restante se puede aprovechar para descansar, ya que los ejercicios EMOM constan de varias rondas. Por lo que también, especialmente con el paso del tiempo, tendréis que aprender a gestionar vuestras fuerzas con los tiempos de recuperación que nos sobren entre ejercicio y ejercicio.

Este tipo de práctica obtiene bastantes beneficios si los realizamos correctamente. Lo principal es que debemos poner intensidad para cumplir plazos y que se cumplan los objetivos establecidos.

Nos servirá para tomar como reto de superación las marcas que vayamos obteniendo, y subir el número de repeticiones cada vez para que así exprimamos más a fondo nuestro cuerpo y podamos tonificar o perder peso, según deseemos.

Además, la versatilidad que ofrecen los ejercicios EMOM en tan poco tiempo, harán que los realicemos con intensidad y que no nos aburramos. Ideal para quienes se suelan quejar de que hacer deporte no es divertido. Esta práctica les dejará sin argumentos.

Podemos programar técnicas EMOM en los entrenamientos de muchas formas y con sencillez. Lo ideal es completar rondas con un número determinado de repeticiones por minuto. También se puede jugar con los minutos pares o impares para el desarrollo de las rutinas.

Hay muchas formas de desarrollar un plan de entrenamiento. Siempre, dividiendo los ejercicios por minutos, podemos hacer trabajos con mancuernas (pesos muertos, push press…), sentadillas o incluso ejercicios más aeróbicos, como saltos de comba o los, tan queridos como odiados, burpees.

Adapta siempre los entrenamientos para que puedas trabajar todos los grupos musculares sin excepción, metiendo cierta carga aeróbica. Con sesiones de tres o cuatro minutos, alternando entre los diferentes ejercicios, pronto obtendremos un óptimo estado de forma. Y además querremos superarnos incrementando las repeticiones a realizar en cada test.