El ‘Informe Robinson’ sobre Michael Robinson. El programa que nunca se quiso haber hecho se ha estrenado en #Vamos de Movistar. La familia y los amigos del ex jugador de Liverpool y Osasuna despiden al comunicador tras su muerte el pasado 28 de abril. Robinson repasa su vida, desde lo que le escribía Miss Baker en la pizarra en el colegio, a cómo fue su enfermedad, en su último ‘Informe Robinson’: “Good, better, best”.
Michael Robinson ha dado muchas lecciones desde que pisó España con su fichaje por Osasuna, tanto en el terreno de juego como en el mundo de la comunicación tras su retirada. El ‘guiri’, como así le llaman sus amigos más cercanos, grabó su último ‘Informe Robinson’ conociendo perfectamente cuál sería su desenlace, y dejó una nueva lección en la carta que leyó su mujer frente al mar para empezar el episodio: “Puedes quedarte vacío y dar la espalda, o puedes hacer lo que él querría: “Sonreír, abrir los ojos, amar y continuar”.
El episodio ‘Good, better, best’ es el dedicado a Michael Robinson y comienza con una emotiva carta de su familia frente al mar, despidiéndose de él. Su mujer y su hija recuerdan a Robinson con fotos de la infancia en la que miran con nostalgia su sonrisa desde pequeño: "¿Sabes lo que me hace gracia al ver estas fotos? Papá en realidad no ha cambiado nada. A los 61 tenía exactamente la misma sonrisa".
El título del episodio viene de la frase que leía Michael Robinson en la pizarra de su colegio todas las mañanas. Una profesora les escribió “good, better, best’ y explica por qué la tenía que ver todos los días: "Era Miss Baker. Todas las mañanas escribía en la pizarra: Bueno, mejor, lo mejor. No descansaré hasta que mi bueno sea mejor y mi mejor sea el mejor de todos". Una manera de intentar superarse a sí mismo cada día.
Robinson responde a la que fue su profesora: “Si Miss Baker me pregunta ahora qué tal. Yo diré que mi bien está mejor. Y si me pregunta si mi mejor es mi mejor, tendría que responderla que no lo sé, estoy en ello”, dice. Lo que tenía claro el ex jugador de Osasuna es que disfrutó de la vida al máximo: “Me ha llovido la suerte. Tengo 61 años y son 61 años amando y sintiéndome amado. No caben en la vida tanta felicidad, fortuna y buena suerte. Si de esto se trata, tengo 130 años”, afirma el comunicador.
Primero fue la etapa de jugador, en la que cumplió un sueño al jugar en Anfield: “El honor de mi vida fue vestir esa camiseta. Ganar con el Liverpool no tiene secreto, lo que tiene secreto es que te fiche el Liverpool. Era una orgía de sentimientos. Una felicidad sin matices. Me hice del Liverpool y cada 15 días me tocaba ir. Parecía la Nochevieja”, explica de su etapa en el equipo ‘red’.
Y también su paso por Pamplona, en el que le recuerdan sus compañeros de Osasuna: “Yo pido, yo pido. ¿Cómo se dice cuatro cervezas? Dame cuatro hijo putas”, bromean. Lo que no sabía era lo que se iba a convertir España para Robinson: “Para mí era un trueque. Yo pongo fútbol y tú me das España”. Su forma de hablar, sus frases, le hizo uno de los personajes más populares.
Tras su retirada, sus lecciones pasaron del terreno de juego a la televisión. ‘El Día Después’ se convirtió en un programa de referencia y con su final pasó uno de los peores momentos de su vida: “Lo pasé muy muy mal. Llegué a estar paranoico y beber demasiado. Estaba hecho una mierda”. Y en ese momento, apareció ‘Informe Robinson’ para seguir convirtiendo su bien en mejor, y su mejor en mejor aún.
Michael Robinson también habló de su enfermedad y destacó la relación que ha tenido con su mujer toda su vida: “Mi mujer se ha pasado décadas hablando conmigo. No sé cómo ha podido hacerlo. Ella es y ha sido mi todo. Mi yo”. Y tenía claro cómo tenía que ser su lucha contra el cáncer: “Será de mí de lo que yo decida. Yo decido si en 10 minutos voy a sonreír o llorar. No me despediré de esta vida sin dar todo lo que tengo”.