La herencia de Diego Armando Maradona va a ser muy larga, tanto por toda la cantidad de regalos que tenía, como por el reparto que hará su familia tras iniciar los trámites del testamento. Las hijas, las parejas, sus hermanos o sus amigos más íntimos van a querer guardar cosas de Maradona, y muchas tendrán un gran recuerdo emocional y todas tendrán un valor incalculable.
Maradona tenía muchos bienes, entre casas repartidas por todo el mundo o coches de lujo, pero también guardaba regalos que no tienen un precio fijo. El patrimonio del argentino no se ha calculado pero entre lo que se conoce hay viviendas en Cuba, Nápoles o Argentina, un Rolls Royce Ghost, valorado en 300.000 euros, un BMW i8, tasado en 145.000 euros, un anillo de brillantes valorado en 300.000 euros y negocios desde el Caribe a Cuba.
Pero detrás de todas las cosas que sí estaban puestas a su nombre, hay muchos regalos que no están dentro del testamento y tienen un valor incalculable: balones de fútbol, camisetas dedicadas, ropa que llevó Maradona en momentos puntuales y un sinfín de recuerdos. Según ha publicado Infobae, hay un contenedor retenido en la aduana con más de 200 objetos que Maradona se había traído de Dubai y aún no habían llegado a su casa.
Matías Morla, abogado de Maradona, ha hecho un escrito para que ese contenedor esté bajo custodia policial y no se pueda abrir hasta que no empiecen los trámites de su herencia con toda la familia. Nadie podrá hacerse cargo y lo tendrán que decidir los más cercanos cuando se resuelva el testamento.
Pero entre los objetos se pueden ver, según publica Infobae, una carta escrita y firmada por Fidel Castro, la guitarra con la que Andrés Calamaro compuso la canción que le dedicó (“Maradona no es una persona cualquiera… ), dos camisetas de Agüero del Manchester City dedicadas a su suegro, un de Harry Kane del Tottenham, una de Brasil que le regaló Ronaldo Nazario, otra que le dio Lula Da Silva, el pijama con animal print que llevó en su cumpleaños de 2016, muchas camisetas con su silueta en la espalda y el número 10 o los sillones que tenía en su mansión en Dubai, que le regalaron los jeques con los que tenía amistad.
Algún testigo que ha visto los objetos ha sido claro en sus palabras a Infobae: “En la mayoría de los casos, es imposible calcular cuánto cuestan. ¿Cuánto pagaría un coleccionista, por ejemplo, por una camiseta de Hristo Stoichkov del Barcelona dedicada para Diego?”. En los próximos meses, la familia tendrá que repartirse la herencia de Maradona, pero habrá muchos recuerdos que no estén en el testamento.