La Audiencia Provincial ha condenado a quince integrantes de la Peña Ultraboys del Sporting de Gijón a penas de hasta dos años de prisión y a la prohibición de acercarse a menos de cien metros al estadio de El Molinón durante un tiempo de hasta tres años y medio por los incidentes protagonizados en 2017 antes de un derbi contra el Real Oviedo, que se saldaron con doce policías heridos.
La Fiscalía, que alcanzó un acuerdo con las defensas, no se ha opuesto a la suspensión de las penas de prisión de forma condicionada a que los acusados, de entre 24 y 44 años, no delincan durante dos años, abonen indemnizaciones que suman 24.610 euros a los policías heridos y a que no se acerquen a menos de cien metros del estadio de fútbol de El Molinón.
Los quince acusados han sido condenados por un delito de desórdenes públicos, mientras que diez de ellos admitieron además su responsabilidad en un delito de atentado. Asimismo, el tribunal de la Sección Octava ha impuesto a diez acusados el pago de multas que ascienden globalmente a 3.120 euros por delitos de lesiones.
Los incidentes ocurrieron el 9 de septiembre de 2017 en las inmediaciones de El Molinón, poco antes de disputarse el partido entre el Sporting y el Oviedo.
El partido estaba catalogado como de alto riesgo por la Comisión Permanente delegada de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte y la Policía Nacional estableció un dispositivo de seguridad específico con dotaciones de Gijón, Oviedo y Madrid que se desplazaron para controlar posibles incidentes entre ambas aficiones.
Sin embargo, sobre las 16:30 horas, cuando el autobús que trasladaba al Sporting al estadio, escoltado por un vehículo policial, quedó bloqueado debido a la presencia de unas 2.000 personas seguidoras del equipo local, entre los que se encontraban los quince acusados que, según consta en la sentencia, pertenecían a la denominada Peña Ultraboys.
En ese momento, las dotaciones policiales fueron recibidas por los acusados y otras personas no identificadas con el lanzamiento de botellas de cristal, vallas delimitadoras, bengalas encendidas, contenedores del Servicio de limpieza, sillas y piedras.
Una docena de policías nacionales resultaron lesionados de diversa gravedad, afectando las heridas en la mayoría de los casos a la cara, las rodillas, el brazo, el codo o el muslo. Los agentes tuvieron que ser atendidos en el Hospital Begoña, en Gijón, y en la Clínica Asturias de Oviedo por cuya atención médica los acusados tendrán que indemnizar a ambos centros hospitalarios en los gastos que se acrediten por la asistencia sanitaria.