Federico Marchetti no se lo podría creer. El portero del Genoa paseaba con su flamante Ferrari modelo F812 cuando decidió parar en un lavadero de coches. Su intención era darle brillo y seguir ‘presumiendo’ de deportivo.
Todo iba bien hasta que uno de los trabajadores se puso al volante. El coche aceleró estrellándose contra las instalaciones de limpieza. El vehículo valorado en más de 300.000 euros quedó totalmente destrozado.
“Lamento mucho lo que pasó, gracias a Dios, nadie resultó herido y esta es la noticia más importante” escribió el portero de 37 años en sus redes sociales. La imagen del Ferrari totalmente destrozado no ha tardado en hacerse viral.