El Real Madrid es un club con una enorme historia. Y, como tal, a lo largo de ella ha creado en sus categorías inferiores a jugadores que han marcado época en uno de los equipos de fútbol más laureados de todos los tiempos. Los “mirlos”, como se conoce cariñosamente a los jugadores formados en la cantera del club blanco, han engrandecido la historia del club merengue. Este sería nuestro once formado por jugadores de la casa blanca.

Uno de los ejemplos de más esplendor fue la denominada "Quinta del Buitre", en la que se hablaba de cinco futbolistas que destacaban en el filial madridista con un estilo de juego muy dinámico y fresco: Michel, Martín Vázquez, Pardeza, Sanchis y, por supuesto, Emilio Butragueño. Todos triunfaron en la élite.

Leyenda del madridismo y uno de los mejores porteros de todos los tiempos. Cuando un guardameta debuta con apenas 19 años en un equipo como el Madrid, es motivo de que es alguien especial. Y vaya si lo era. Sus paradas milagrosas y sus increíbles reflejos le han dado títulos al Real Madrid. Antes de que su relación con Mourinho entorpeciera un poco su relación con el club y la afición, lo que propiciaría la salida del meta al Porto, el mostoleño había defendido el arco del Madrid en 725 ocasiones.

Una inolvidable referencia a la cantera blanca es De Felipe, defensa madridista perteneciente al mítico equipo ye-yé que ganó la histórica primera Copa de Europa del club blanco. Era el imperial central de aquel equipo.

Desde que era un niño en las categorías inferiores blancas, ya destacaba por su contundencia y claridad en el juego. "El chino", como se le conocía, también ganó 5 campeonatos de Liga. Era el ejemplo perfecto del buen trabajo que se lleva realizando desde hace años criando a 'mirlos'.

Manolo Sanchís tenía la difícil tarea de superar los éxitos conseguidos por su padre, otra leyenda blanca. Fue el capo y el capitán de la zaga blanca durante toda su carrera. Fue el encargado de levantar la ansiada séptima Copa de Europa, motivo de más para pasar a la historia de leyendas blancas.

Un mirlo más reciente en el tiempo es Dani Carvajal. Tras una cesión en Alemania después de toda su vida en las categorías inferiores del Real Madrid, regresó para hacerse dueño de la banda derecha. Y, de paso, llevarse cuatro Champions, entre otros títulos, a su vitrina personal.

Captado por las categorías inferiores del Real Madrid en la etapa de juveniles, primero tuvo que pasar por una cesión al Rayo Vallecano para asentarse en el equipo. Pero después, su posición como central era indudable, lo que le llevó a disputar 420 partidos oficiales durante 13 temporadas, ganando 6 Ligas y 5 Copas. Gracias a su contundencia y fiabilidad, era uno de los claros ejemplos de lo que antaño se conocía como la furia española.

Un centrocampista con una visión adelantada a su tiempo. Manuel Velázquez se formó en la cantera blanca, aunque salió una temporada cedido al Rayo Vallecano. Debutó en 1965 y nadie le sacó de los terrenos de juego hasta que pasaron doce temporadas con 402 partidos oficiales.

Un guante en la banda derecha y todo corazón. Michel es uno de esos futbolistas carismáticos, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. Sus centros milimétricos eran una delicia para los delanteros. Una calidad en esa pierna derecha a la que muy pocos jugadores son capaces de alcanzar. El 8 eterno. 559 partidos oficiales en el Real Madrid, en los que se llevó 6 Ligas, 2 Copas del Rey o las míticas 2 Copas de la UEFA.

Tras ser formado en las categorías inferiores del Real Madrid y ser escogido mejor jugador del Mundial Juvenil de 1981 debutó en partido oficial con 17 años. Una alternativa dada debido a su talento y personalidad dentro del campo.

Jugó en el Madrid en dos etapas tras su paso por Italia y Francia. 342 partidos como blanco en los que anotó un total de 47 goles. 16 títulos en su vitrina, que le convierten en uno de los más laureados del cuadro de Chamartín.

Todos nos seguimos preguntando qué nivel habría alcanzado Guti si hubiera mantenido la cabeza enfocada en el fútbol. Un jugador exquisito, de esos que merece la pena pagar entrada solo por verlos en acción.

Era capaz de lo mejor y en la retina se nos vienen dos taconazos inolvidables, enviados a Zidane y a Benzema. También era capaz de lo peor por su carácter. El 14 blanco. Antes de acabar su carrera en Turquía, disputó un total de 542 partidos con la elástica blanca, llevándose 5 Ligas y 3 Champions League como trofeos más destacados.

Sus primeros pasos los dio en el Atlético de Madrid, pero pronto se cambió de bando para formar parte de las categorías inferiores del Real Madrid. Una auténtica leyenda. Para muchos, el futbolista más importante de la historia del equipo.

Un olfato goleador nato, una capacidad espectacular para no dar un balón por perdido. Raúl es un icono del madridismo. 741 partidos con la camiseta blanca anotando, nada menos, que la histórica cifra de 323 goles. 6 Ligas, 3 Champions y 2 Intercontinentales, son sus trofeos más destacados. Por no hablar de sus inolvidables goles, que marcaron un estilo único.

Fue capaz de tener su propia ‘quinta’, muestra del impacto que Butragueño tuvo en el Real Madrid, club en el que formó desde pequeño. Su pundonor y calidad de cara a portería, además de su habilidad para zafarse de los defensas, dieron como resultado a un mirlo icónico del Madrid. 13 temporadas como blanco.Un jugador histórico con 463 partidos, registrando 171 tantos. Uno de los máximos responsables de una etapa gloriosa en la que ganó 6 Ligas o 2 Copas de la UEFA.