La decisión de Wimbledon de no dejar competir a tenistas rusos y bielorrusos ha traído cola. Muchos se han mostrado a favor de esta tajante medida y otros como Djokovic lo veían injusto, desmedido y una “regla contra la discriminación”.
“Personalmente, creo que no hay necesidad de suspender a los jugadores rusos. Competir es su derecho: hay una regla contra la discriminación en el tenis, que establece que todos pueden jugar según su clasificación y no según su nacionalidad. Wimbledon la ha violado”, aseguró el serbio.
Además, aclaraba que esto no quería decir que apoyara el conflicto bélico ya que él es “un hijo de la guerra”. “Sé el trauma emocional que deja y sabemos lo que pasó en los Balcanes y en 1999”, confesó.
El ajedrecista Garri Kasparov es una de las figuras que más se ha mostrado crítica con los actos y decisiones de Vladimir Putin y no ha dudado en responder a las palabras del tenista serbio. “Los rusos pueden jugar por ranking, pero ellos matan por nacionalidad. Los deportistas rusos que no condenen la guerra de exterminio de Putin en Ucrania están apoyándola con su silencio”.
“Y que un serbio no lo haga es especialmente inapropiado si consideramos la historia”, ha añadido Kasparov.
El torneo de Wimbledon permitirá la participación de jugadores sin vacunar, por lo que Novak Djokovic, número uno del mundo, podrá jugar el tercer Grand Slam de la temporada.
El serbio, que apenas ha podido jugar tres torneos esta temporada por su condición de no vacunado, podrá defender el título conseguido el año pasado en el All England Club, cuando conquistó su vigésimo Grand Slam y sexto Wimbledon frente al italiano Matteo Berrettini.
El torneo, en su rueda de prensa de primavera, confirmó que el torneo estará libre de medidas anticovid e insistió en su intención de no permitir a los tenistas rusos y bielorrusos jugar el torneo.
"Creemos que hemos tomado la decisión más responsables dadas las circunstancias y no hay otra alternativa viable", comentó Ian Hewitt, presidente del All England Club.
La edición de 2022 será la primera que no cuente con el tradicional 'Middle Sunday', el día que servía de descanso para los vecinos del barrio de Merton y de los jugadores. Con esta medida, se termina con el 'lunes loco', en el cual se jugaban todos los octavos de final, que ahora se repartirán entre el domingo y el lunes.
Además, Wimbledon se unirá al resto de Grand Slam con la introducción de un desempate a diez puntos cuando se llegue al 6-6 del tercer set, en lugar del 'tie break' normal que se jugaba cuando se llegaba hasta el 12-12.