La gran Gala de Balón de Oro que coronó a Karim Benzema como mejor jugador de la temporada 2021/2022 es el final de una era del fútbol. Después de 16 años, Cristiano y Messi no eran candidatos a conseguir el premio individual más preciado del deporte mundial y se da así un antes y un después.
Desde el año 2007, el portugués y el argentino han estado en todos y cada uno de los podios del galardón entregado por la revista France Football y desde 2008, solo Modric pudo arrebatárselo a uno de los dos. En cambio, en esta ocasión, todo parece haber cambiado para siempre y se da por finalizado el reinado: Cristiano solo pudo ser 20º en la lista del Balón de Oro y Messi ni siquiera estuvo entre los 30 candidatos al premio.
Cristiano cerrando el TOP20 tuvo el peor resultado desde 2005, el mismo año desde el que Leo Messi no se encontraba en la lista final de candidatos a votar por parte de periodistas internacionales y también de compañeros, durante la etapa de hermanamiento con la FIFA.
Un legado de Messi y Cristiano que ha convertido a Karim Benzema en el segundo Balón de Oro más veterano desde que se da el premio en 1956, con 34 años, y aseguró que su tardío reconocimiento responde a un cambio que sufrió a los 30 años, cuando descubrió la ambición.
"Siempre tuve este trofeo en mente, pero tras los 30 descubrí la ambición. Eso me hizo trabajar más, ser más decisivos, apostar por cosas importantes como ser un líder en el equipo. Cuando tenía 22 años no tenía la misma ambición que hoy", aseguró el jugador, que superó en la votación al polaco del Barcelona Robert Lewandowski y al senegalés del Bayern de Múnich Sadio Mané.
Benzema indicó que esa madurez mental le permitió afrontar momentos difíciles, como cuando estuvo acusado de complicidad en chantaje, lo que le apartó durante más de tres años de la selección, unos cargos por los que finalmente fue condenado. "Fueron momentos muy difíciles, todos mis compañeros se iban a las selecciones y yo estaba solo en Valdebebas", recordó.