El futuro de Kyrie Irving ha sido el gran culebrón del verano en la NBA. El base amenazó con irse de los Nets y el motivo no estaba claro. Ahora, aprovechando el 'media day', el norteamericano ha cargado contra su propio club y ha revelado que sufrió presiones a la hora de renovar su contrato por culpa de no haber querido vacunarse contra el coronavirus.
Kyrie Irving, base de los Brooklyn Nets, aseguró este lunes que su equipo le dio "un ultimátum" el año pasado en las negociaciones sobre su contrato por el hecho de no estar vacunado contra el coronavirus y, de paso, la imposibilidad de estar disponible al cien por cien en la última temporada.
En el día de medios de los Nets, Irving reconoció que hubo un momento en el que se planteó salir de Brooklyn y que "hubo opciones, pero no muchas" por el hecho de que, opinó, no estar vacunado "se convirtió en un estigma".
"No me gustó que el hecho de no estar vacunando se convirtiera en un estigma, que no quería jugar, que quería rendirme", dijo Irving, quien el año pasado no pudo jugar los partidos como locales de los Nets hasta finales de marzo por el mandato de vacunación entonces vigente en Nueva York.
Irving aceptó finalmente el pasado julio una opción de 37 millones de dólares para completar su ciclo de cuatro años en los Nets, aunque reconoció que su negativa a vacunarse le hizo perder más de cien millones. Competirá este año junto a Kevin Durant, que también se quedó en los Nets, y Ben Simmons, quien recibió el visto bueno para volver a competir tras perderse la última temporada por problemas personales.
"Tenemos un largo camino por delante, tenemos obstáculos, pero queremos estar en la pelea. Tienes que estar sano físicamente y a nivel emocional. El cielo es el límite. No sabemos qué hará este equipo, pero tenemos las motivaciones", afirmó.