Cuando un entrenador llega a un nuevo club lo primero que hace es poner sus normas. El técnico quiere que desde el minuto uno se respeten una serie de condiciones para que todo sobre el campo salga rodado. Las últimas que han trascendido han sido las de Steven Gerrad. Ha impuesto unas medidas estrictas, y casi surrealistas, en el Aston Villa.
El listado de normas se hacía viral. Todas aquellas que no se cumplieran tenían su correspondiente sanción económica por lo que todos los jugadores deben cumplirlas si no quieren rascarse el bolsillo.
Una que no podía faltar y la que más multa tiene es la de llegar tarde. Todos los clubes aplican una sanción para aquellos que no deciden llegar a la hora de los entrenamientos. En este caso serán de 500 libras, unos 594 euros.
Por lo que se ha visto en el listado Steven Gerrard es un entrenador que quiere hacer grupo porque a todo aquel que se le olvide llevar la tarta el día de su cumpleaños tendrán una sanción de 50 libras, 59 euros. Por lo que más vale que lleven el pastel si no quieren que le salga más caro.
Otra de las que destaca es la de ducharse descalzo. El futbolista que se meta sin unas chanclas tendrá que pagar 100 libras (119 euros). El entrenador no solo castiga la impuntualidad a los entrenamientos en caso de que sea a una reunión o evento del club deberá abonar 200 libras (237 euros) por minuto. Si esto se produce en un día de partido en donde estén convocados asciende a una cuantía fija de 1.000 libras (1.188 euros).
Para el técnico el orden es muy importante y aquel que no lo lleve será multado. Dejar las herramientas de los entrenamientos mal colocadas o los cubiertos de la comida sin recoger supondrá la sanción de 100 libras.
Tampoco está permitido ir mal vestidos los días de partido por lo que no llevar el vestuario adecuado les costará 100 libras por cada prenda que lleven inapropiada.
El entrenador quiere tener a todos sus jugadores motivados en todo momento. El día antes del partido en el entrenamiento estarán examinados con lupas y tras concluir se designará cuál ha sido el peor de la sesión por votación. El que más votos tenga llevará un jersey con una peculiar frase: “Fui el peor del entrenamiento".
Gerrard ha ido más allá y no solo sancionará comportamientos que no vea adecuados en el vestuario, también dentro del campo. El que vea una amarilla por protestar tendrá que pagar 200 libras, pero esto no es todo. Si alguno ve la roja deberá llevar a comer a toda la plantilla durante las cuatro semanas siguientes a la expulsión.