Rafa Nadal sigue de celebración tras su épica victoria en el Open de Australia que le hizo ganar su 21º Grand Slam. De esta forma desempataba con Federer y Djokovic y se convertía en el tenista masculino con más trofeos de los 'grandes'. El balear no quiere que este sea el último y peleará por conseguir más.
El tenista ya está en España y ha atendido a los medios en su academia en Manacor. En donde habló de este asunto. A pesar de esta cifra, el tenista español intentó "ser honesto" y avanzó que en la batalla con el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic por ser el que más 'Grand Slam' tenga, quiere terminar siendo el que más tiene.
No obstante, insistió en que no le frustra si no lo consigue. "Me obsesiona cero, lo que vendrá, bienvenido sea. No creo que 21 sean suficientes, quiero ser el que más tiene", recalcó Nadal, quien comentó que el futuro dirá lo que tenga que pasar. "Me siento un súper afortunado de la vida. A nivel interior este triunfo lo vivo de una manera distinta, con naturalidad y siguiendo mi hoja de ruta", explicó.
Precisamente, su futuro más inmediato pasa por valorar cómo está físicamente después del torneo de Australia, para comprobar si puede asistir a Acapulco, que se juega en dos semanas. Lo que sí tiene claro es que acudirá al torneo de Indian Wells, que se jugará del 7 al 20 de marzo. "Claro que quiero seguir jugando", aportó un Nadal al que le gustaría disputar más torneos respecto a estos dos últimos años, de calendario reducido para él por las lesiones.
También ensalzó el "apoyo incondicional" de la gente y consideró la experiencia de Australia como "inolvidable". "He podido disfrutar del deporte a máximo nivel, cosa que se me hacía muy difícil por las últimas lesiones", expresó el número 1 del tenis español.
El tenista español admitió "estar muy cansado" al final del partido. De hecho, desgranó sus sensaciones en los sets jugados para terminar ganando al número dos del mundo por 2-6, 6-7(5), 6-4, 6-4 y 7-5. En el primero, comentó que hubo "momentos muy malos", pero que en el segundo empezó a creer que "ya no era inferior" a su rival.
"Para mí el segundo set era importantísimo por eso cuando lo pierdo supone un mazazo muy duro. Es un momento de máxima decepción, pero las circunstancias cambiaron cuando veo que empiezo a remontar. Voy creyendo", confesó el balear.