En la madrugada del viernes al sábado, se vivió un momento muy emotivo en el mundo del tenis, pues Roger Federer se retiraba de la competición. El suizo eligió el dónde y el cuándo de una manera muy premeditada, ya que quería estar arropado en su último día sobre la cancha de tenis.
Es por ello que como escenario eligió la Laver Cup, para estar junto a sus compañeros y rivales durante los últimos años. El último baile no lo haría solo; Federer decidió que quería que en su último partido le acompañara Rafa Nadal en el primer dobles del torneo, que terminó con un sabor agridulce tras la derrota del equipo Europa.
Pero la derrota pasó inmediatamente a un segundo plano cuando la realidad cayó sobre los hombros de todos: Roger Federer se retiraba y era el momento de homenajear a la leyenda del tenis.
Por supuesto, hubo lágrimas por parte del suizo, al que acompañaba toda su familia, pero no fue el único que lloró durante el homenaje: su compañero y amigo, Nadal, no pudo remediar mostrar sus emociones.
"Soy una persona sensible, cuando ves despedirse a alguien a quien aprecias es difícil no emocionarse. Se me fue un poquito de las manos, y lo peor es que cuando me fui a la habitación yo solo me volví a emocionar. Era difícil que no ocurriera por todo lo que se vivió aquella noche", ha asegurado el de Manacor en declaraciones a El Partidazo de la COPE.
Algunos pensaron que tal vez las lágrimas de Nadal venían porque se sentía identificado con el suizo, por si una posible retirada estuviera cerca. Sin embargo, el de Manacor lo ha negado; ha explicado que su emoción era por Roger.
“Sé que mi retirada llegará dentro de X o X y un poquito más. Con 36 años y medio sabemos que estamos en la recta final de mi carrera, pero no me lo planteo. Para nada mi emoción era por eso, era simplemente el momento y la persona que se retiraba y la admiración hacia Federer", ha desmentido Rafa.
La amistad entre ambos tenistas siempre ha sido buena, pero no ha sido hasta que han tenido que trabajar codo con codo en el consejo de jugadores que han estrechado lazos y formado la relación tan cercana que tienen actualmente.
"Ha sido una relación que desde el principio fue buena y que con el paso de los años se ha fortalecido. Con los años uno se da cuenta que en lo nuestro se ha vivido algo especial, así lo hemos vivido nosotros y también lo ha percibido así el mundo del tenis. Nuestra forma de ver el mundo y la rivalidad en sí ha hecho que nuestra relación personal haya sido probablemente más importante que la profesional”, ha revelado Nadal.
“Por el trabajo en el consejo de jugadores para intentar dejar el tenis en una mejor posición que cuando llegamos hemos tenido que tener mucho contacto, conversaciones, horas juntos. Nos entendemos bien, tenemos opiniones distintas en algunos casos como es lógico. Se ha creado un vínculo de amistad que va a perdurar", ha añadido para cerrar.