Roger Federer dirá adiós al tenis profesional este próximo viernes. Cabe la posibilidad de que el tenista suizo se despida de las pistas en un partido de dobles junto a su amigo Rafa Nadal. Precisamente el campeón de 20 Grand Slams se ha emocionado al recordar su amistad con el tenista balear.
El tenista suizo recalcó este miércoles que le resultará "especial" compartir pista con cualquiera de sus compañeros del equipo europeo de la Copa Laver 2022 en el doble que será el último partido de su carrera, aunque confesó que "sería único" y "un momento especial" hacerlo junto al español Rafa Nadal, con el que mantuvo una rivalidad histórica y guarda una gran amistad.
"Podría ser una situación bastante única si sucediera. Luchamos juntos para tener siempre este respeto el uno por el otro, las familias, nuestros equipos de entrenadores, siempre nos llevamos muy bien. No sé si va a suceder, pero creo que obviamente podría ser un momento especial", señaló Federer en rueda de prensa.
El de Basilea admitió que después de haber vivido una gran rivalidad en la pista, el tener "una buena relación es quizás un gran mensaje no solo para el tenis sino también para los deportes y tal vez incluso más allá". "Por eso creo que sería genial (jugar con él), pero para mí será especial compartir la pista con cualquiera", añadió.
Sobre su retirada, apuntó que un deportista "siempre quiere jugar para siempre". "Me encanta estar en la pista, jugar contra los muchachos y viajar. Realmente nunca sentí que fuera tan difícil para mí ganar y aprender de perder, todo fue perfecto", subrayó.
"Adoro mi carrera desde todos los ángulos y esa es la parte amarga, la dulce es que sé que todo el mundo tiene que hacerlo en algún momento. Ha sido un gran viaje y estoy muy agradecido", prosiguió Federer, que calificó su decimoquinto 'grande', en Wimbledon y superar los 14 del estadounidense Pete Sampras, presente ese día, como uno de sus "grandes momentos".
Federer no esconde que fue "famoso por ser bastante errático" en sus inicios y que por ello le impacta el haberse convertido "en uno de los jugadores más consistentes de la historia", mientras que confesó que "a principios" de este verano se dio cuenta de que "se estaba volviendo difícil intentar pasar al siguiente nivel en el entrenamiento".
"Casi lo ignoré por un momento porque me fui de vacaciones y solo dije: 'Está bien, esto es todo'. Este momento llegó poco después de que estuviese en Wimbledon donde todavía creía realmente que iba a tener la oportunidad de regresar el próximo año. A qué capacidad, no lo sabía, pero pensé que podría ser posible", añadió el ganador de 20 'Grand Slams'.
El exnúmero uno del mundo también está "feliz" de jugar por última vez en Londres, una ciudad que ha sido "especial" en su carrera, y por tener como capitán a uno de sus ídolos, el sueco Bjorn Borg. "Tenerle en el banquillo conmigo para mi último partido también fue algo a lo que di mucha importancia. Tener a todos los demás alrededor me hizo sentir que no me iba a sentir solo al anunciar mi retiro. No es que quisiera secuestrar este evento ni nada, pero siempre siento pena por los jugadores que a veces se retiran en la gira, pierden y ahí están solos", sentenció