Rafa Nadal ya está en su casa de Manacor después de una breve visita a su médico de confianza en Barcelona. El flamante campeón de Roland Garros se ha sometido a la primera sesión del tratamiento de radiofrecuencia que busca mejorar la lesión crónica que sufre en su pie izquierdo. A la llegada del aeropuerto de El Prat, el tenista español prefirió ser cauto sobre los plazos de recuperación.
Aunque ha dicho por activa y por pasiva que le gustaría estar en Wimbledon, Rafa Nadal prefirió no alzar las campanas al vuelo ante las preguntas de los periodistas sobre sus sensaciones tras la primera sesión de este novedoso tratamiento. "La realidad es que no tengo sensaciones", señalaba Rafa Nadal entre risas mientras firmaba autógrafos y se fotografiaba con varios aficionados que acudieron hasta el aeropuerto para verle.
Según informa nuestro compañero José Manuel Amorós, Rafa Nadal completó en la tarde de este martes la primera sesión de radiofrecuencia en su pie izquierdo. Tras unos días, probará a jugar en pista sin analgésicos para comprobar el dolor y será entonces cuando decida si juega en Wimbledon. Mientras, el balear se refugiará en su familia y amigos para descansar unos días después de haber sumado el decimocuarto Roland Garros a su palmarés.
El balear dejó claro que pese al dolor seguirá jugando "siempre y cuando" siga siendo "feliz". "Cuando el dolor no me deje ser feliz entonces es el momento de pensar en otras cosas. Para las personas que viven con permanente dolor, que no hablo de mí, es complicado ser del todo feliz", indicó. El ganador de 22 'Grand Slams' reconoció que un día después "iba a ser complicado a nivel de dolor". "Se unen que después de dos semanas durmiendo el pie cada partido y con muchísimos antiinflamatorios y analgésicos, hay momentos que me duele más y momentos que menos. Ahora han pasado las dos semanas y no puedo seguir tomando todo lo que estaba tomando para dar descanso al cuerpo y es un efecto rebote importante", admitió.
Ahora, llevará a cabo un tratamiento en los nervios de su pie con radiofrecuencia pulsátil que le provocará "un efecto similar" al que ha vivido en París cuando ha jugado con los nervios dormidos. "Si esto funciona mi ilusión sería seguir de inmediato hacia la hierba y si no funciona ya sería otro planteamiento más complicado", puntualizó.