El exjugador internacional con Nueva Zelanda, Rowan Baxter, asesinó a su esposa y a sus tres hijos quemando el coche en el que iban. El jugador se suicidó momentos después con un arma blanca. Los hechos sucedieron en Brisbane, Nueva Zelanda.
Los Baxter habían roto un año antes. Rowen y Hannah, su exesposa, estaban tratando de llegar a un acuerdo sobre la custodia de sus hijos. Los informes dicen que Baxter compró una lata de gasolina en una estación, que posteriormente vertió sobre el coche del incidente.
Rowan prendió el coche cuando la mujer se disponía a llevar a los niños Laianah Baxter, Aaliyah Baxter, Trey Baxter, de 6, 4 y 3 años, al colegio. Testigos aseguran que el exjugador incluso peleó contra los bomberos en el momento que trataban de apagar las llamas.
Hannah fue la única que pudo salir del utilitario. Según el diario ABC Australia, la mujer, de 31 años, saltó del coche a grito de "Me ha vertido gasolina". La mujer fue llevada inmediatamente al hospital donde murió debido a las quemaduras.
Baxter, que aunque jugó para la selección de la rugby league de Nueva Zelanda nunca saltó a los All-Blacks, era hermano de una estrella de la selección absoluta de rugby, Charles Baxter. Rowan se había retirado y era entrenador personal en un gimnasio.