Una sucesión de mala suerte fue lo que mató al instructor de kitesurf Carlos García Van Rysselberghe en Vicuña, uno de los paraísos mundiales para practicar este deporte. El hombre, de 42 años, era padre de tres hijos.
Como decíamos, mala suerte: durante la clase de kitesurf, un alumno se vio en apuros debido al fuerte viento del día. Carlos García fue a rescatarle sin problemas, pero instantes después, otro de sus alumnos necesitaba ser rescatado. Fue a por él y resolvió los problemas que estuviera teniendo.
Sin embargo, tras rescatar al segundo alumno, una fuerte racha de viento hizo que el instructor se enredara con las cuerdas de su cometa. Las piernas le quedaron completamente inmovilizadas mientras trataba de escapar en el agua.
Otros kitesurfistas y windsurfistas acudieron en su ayuda. Carlos García Van Rysselberghe fallecía ahogado tras casi una hora de ejercicios de reanimación.
El embalse Puclaro, en Vicuña, es una de las zonas perfectas para hacer windsurf y kitesurf, y reúne a miles de deportistas en temporada alta. El profesor formaba parte de una de las muchas escuelas de la zona que imparten kitesurf y windsurf.