LaLiga comienza dentro de una semana, el próximo jueves a las 22.00 horas con el derbi andaluz entre Sevilla y Betis en el Sánchez Pizjuán. Los clubes se enfrentan a un verano atípico, mucho más corto debido al coronavirus y con la siguiente temporada esperando para el próximo 12 de septiembre. El el Barça hay cierto nerviosismo con las decisiones deportivas.
El Barça, al igual que el Real Madrid, se ha propuesto como objetivo prioritario para este próximo verano el hacer caja con los jugadores que tiene en plantilla. Las arcas del conjunto azulgrana han quedado muy mermadas tras el paso del coronavirus, cabe destacar que el FC Barcelona está acogido a un ERTE y que negocia con el vestuario una nueva reducción salarial, algo que los jugadores no llegan a entender.
Bartomeu, Abidal y compañía apuntan muy alto a lo que a llegadas se refiere. Pjanic, Lautaro Martínez e incluso Neymar tienen opciones de recalar en el conjunto blaugrana este próximo verano. Pero para ello, primero hay que obtener liquidez. Desde el Barça se ha fijado la cantidad de 70-80 millones como objetivo económico a conseguir con los traspasos de jugadores del club.
Aunque tienen jugadores de mucho renombre como Coutinho, Dembele, Rakitic, Semedo o Arturo Vidal, en el Barça hay cierto miedo a que las operaciones no acaben por concretarse y tengan que frenar las nuevas llegadas de jugadores, muy necesarias para darle un cambio al equipo. Al menos, lo que si tienen seguro es que Messi continuará el año que viene tras expirar hace unos días la cláusula por la cual podría abandonar el club.
En el FC Barcelona saben de sobra que buena parte de la planificación deportiva de cara a la próxima temporada pasa por una buena venta de Coutinho. Tras no cuajar en el Bayern de Munich, donde han tomado la decisión de no ejercer la opción de compra, el brasileño parece estar destinado a volver a la Premier League. El Newcastle podría echar una mano con su fichaje tras la llegada de sus nuevos inversores.
Aunque con la salida de Coutinho bastaría, en el Barça no las tienen todas consigo de que vaya a producirse, por ello, también están confiados en poder sacar bastante dinero con jugadores como Todibo, Semedo o Arturo Vidal. Tres nombres con los que podrían llegar a esa cantidad marcada en rojo de 70-80 millones de euros. Además, también tienen la opción de cedidos como Rafinha o Carles Aleñá a los que esperar poder traspasar definitivamente.
Leo Messi lo ha explicado por activa y por pasiva en los últimos meses. Si el Barça quiere volver a ser un serio contendiente a los tres títulos, necesitan una plantilla mejor. Leo Messi quiere en su equipo a Lautaro Martínez y Neymar, un deseo muy costoso en lo económico y muy difícil de satisfacer para unas cuentas mermadas en lo económico como son las del FC Barcelona. Aunque en el Barça les gustaría cerrar la planificación deportiva en cuanto antes, son conscientes de que tendrán que esperar hasta casi el último día de mercado de fichajes para poder cuadrar las cuentas.