Leo Messi ya tiene su trofeo más ansiado, y el más difícil: el de campeón del Mundo de Selecciones. El crack argentino pone la guinda a un palmarés de leyenda y acaba de una vez por todas con el debate de quién es el mejor futbolista de la historia del fútbol.
Desde que se supo campeón tras el gol de penalti de Montiel, Leo Messi fue invadido por la emoción, la alegría y el llanto. El ex del Barcelona no paró de mostrarse feliz y sonriente. Cuando recibió el trofeo al MVP del Mundial, el argentino tuvo su primer contacto con el trofeo de campeón. Unas suaves caricias y varios besos antes de cogerla para levantarla al cielo de Doha.
Unos minutos después, y ya con la medalla de campeón al cuello, Leo Messi cogió el trofeo de campeón con mimo, lo volvió a besar, lo acunó y, ya junto a sus compañeros, lo levantó al cielo. El ex del Barcelona conseguía así el momento que llevaba esperando años y años, el ser campeón del mundo con su Argentina querida.
Lionel Messi, campeón del mundo con Argentina, con siete goles y tres asistencias a lo largo del torneo, fue elegido este domingo como el mejor jugador de la final y del Mundial 2022, secundado en los premios individuales por sus compatriotas Enzo Fernández, el mejor joven, y Emiliano Martínez, mejor portero, además de Kylian Mbappe como el mejor goleador, con ocho dianas.
Es el Mundial de Messi. En su quinta y última aventura en el torneo, como el jugador más definitivo, como el motor del reencuentro de Argentina con la cima del mundo, 36 años después del triunfo en México 1986 con Diego Armando Maradona.