Logo de cuatro
Deportes Cuatro

cuatro

Gonçalo Ramos hace olvidar a Cristiano: así es el nuevo héroe de Portugal

"Demoledor", "fulminante". "Ha nacido una estrella". La prensa lusa no escatima en elogios para el joven Gonçalo Ramos, que recibió la hercúlea tarea de asumir el papel de Cristiano Ronaldo y logró meter a Portugal en cuartos con una actuación impresionante. Con 21, años, Ramos fue titular por primera vez con la selección portuguesa este martes, en el partido de octavos contra Suiza, y en el lugar de Cristiano, quizás la mayor referencia deportiva de la historia de Portugal.

No se dejó intimidar por el peso de la responsabilidad y en el minuto 17 adelantó a las "quinas" con un gol desde un ángulo aparentemente imposible y demostró la potencia de su zurda. Volvió a marcar en el minuto 51, y en el 67 hizo el triplete con un remate que suele verse en un delantero experimentado. El joven ariete, que sólo había disputado 10 minutos en el torneo hasta la fecha, fue el artífice de la victoria por 6-1 de Portugal y se exhibió ante el mundo.

Su imagen domina los periódicos portugueses de hoy. En Portugal ya se conocía su potencial, pues al servicio del Benfica ha ocupado con gran éxito la plaza dejada por el uruguayo Darwin Núñez.

Ya hizo olvidar a Darwin Nuñez

Con la marcha de Darwin al Liverpool el pasado verano, Ramos asumió el papel de goleador que el uruguayo desempeñó durante su estancia en el Benfica portugués. Las cifras hablan por sí solas. Ramos lidera la clasificación de máximos goleadores de la Liga portuguesa, con 9 goles, y tiene el mejor promedio anotador, 0,81 por partido. Gracias a un ataque liderado por Ramos y a un centro del campo renovado con el argentino Enzo Fernández, el Benfica aún no ha perdido ningún partido esta temporada, lidera la Liga con 8 puntos de ventaja y está en los octavos de la Champions.

El artillero ya había demostrado su potencial en la temporada anterior, cuando asumió un papel de apoyo a Darwin, y con la marcha del uruguayo a Anfield ha pasado a ocupar la posición de '9', donde se siente más cómodo. "La posición que prefiero y que mejor represento es la de principal referencia del ataque, punta de lanza. Es muy bueno ahora tener la oportunidad de jugar el papel que más me gusta", dijo Ramos en una entrevista concedida a la UEFA.

En el Benfica desde los ocho años, Gonçalo Ramos es la nueva estrella de la cantera de las "águilas", la misma de la que salieron figuras como João Félix (Atlético de Madrid), Renato Sanches (PSG) y Bernardo Silva (Manchester City). Nacido en el Algarve (sur de Portugal), Ramos decidió seguir los pasos de su padre, que jugó en la primera división portuguesa. Tras varios años en las categorías inferiores y en el filial del club de Lisboa, Ramos debutó con la primera plantilla en la temporada 2019/2020. Fue un estreno de ensueño. En la penúltima jornada, con el campeonato ya decidido, entró en el minuto 85 contra el Desportivo das Aves y firmó un doblete en el partido (victoria del Benfica por 0-4).

Al Mundial, de rebote

A pesar de su buena forma física en el Benfica, su salto a la selección nacional se debió sobre todo a circunstancias externas. Debido a la inesperada decisión de Rafa Silva de dejar las "quinas", Fernando Santos convocó al delantero para los recientes compromisos de la Liga de las Naciones, pero no llegó a alinearlo.

Además, el técnico perdió al jugador del Liverpool Diogo Jota, con una lesión que lo dejó fuera del Mundial, y Ramos obtuvo la merecida convocatoria para Catar. Su primer partido con la camiseta de la absoluta de Portugal llegó en noviembre, contra Nigeria. Entró en el minuto 66 y marcó el tercer gol de la victoria por 4-0 de Portugal en el minuto 82.

Los gigantes europeos PSG y Manchester United, según la prensa portuguesa, ya habían mostrado interés por Ramos el pasado verano, y el entrenador alemán de los 'encarnados', Roger Schmidt, lo daba por seguro. El Benfica ha conseguido retener a Ramos, con un contrato hasta 2024 y una cláusula de rescisión de 120 millones de euros, pero tras su exhibición en Catar, su marcha ya se ve en Portugal como una cuestión de tiempo.