Fernando Alonso sufría un atropello el pasado 11 de febrero mientras entrenaba en bicicleta en Lugano. Desde entonces, la preparación del piloto asturiano para volver a la Fórmula 1 ha cambiado exponencialmente. El pasado viernes fue intervenido de la fractura de mandíbula que sufrió y desde este lunes, ya se encuentra en su casa para comenzar una recuperación exprés para estar a punto para el próximo 28 de marzo, cuando arrancará la temporada en Baréin.
El piloto asturiano fue sometido a una cirugía maxilofacial el pasado viernes con el objetivo de corregir la fractura que se hizo en la parte inferior de la mandíbula como consecuencia del atropello, además de la pérdida de varias piezas dentales. Este lunes, cumpliendo el protocolo de 48 horas de observación hospitalaria, fue dado de alta y ya se encuentra en su casa de Lugano.
A partir de este mismo martes, el dos veces campeón de Fórmula 1 inicia una recuperación exprés de varias fases con un único objetivo: estar presente en la primera carrera del Mundial que tendrá lugar el próximo 28 de marzo en el circuito de Sakhir, en Baréin. Unos días antes, el 12 de marzo, el piloto asturiano está citado en el mismo circuito para los primeros, y únicos, entrenamientos de pretemporada, aunque su presencia allí a día de hoy, una auténtica quimera.
La primera fase de la recuperación será la de un reposo absoluto. Fernando Alonso tendrá que estar entre una semana y diez días sin apenas moverse, con la pérdida de masa muscular que ello supone en un deportista de élite. Pero el piloto asturiano también perderá peso, y es que tendrá que llevar a cabo una dieta blanda basada en la ingesta líquida de alimentos, incluso a base de jeringuilla en los primeros días. El de Oviedo tendrá incluso que tratar de hablar lo menos posible.
Una vez superada esta fase, Fernando Alonso podrá empezar a hacer ejercicios en el gimnasio, primero en los miembros inferiores y luego en los superiores, evitando en todo momento que la práctica del mismo conlleve hacer fuerza con el cuello o la mandíbula. Un proceso que acompañará con antibióticos para evitar la inflamación de la zona, y una consiguiente ralentización del proceso de corrección de la fractura.
Una vez superado estas dos fases, Fernando Alonso tendrá que enfrentarse a volver a ponerse es casco. Un casco que sufrirá modificaciones en la zona del mentón y que incorporará algunos estabilizadores en la zona del mentón para evitar que el asturiano sufra dolor cuando vuelva a subirse al monoplaza, aunque obviamente lo tendrá, ya sea en menor, o en mayor proporción. Pese a ello, el casco será un aliado en su recuperación, puesto que actuará como férula de sujeción, lo que le ayudará a que la fractura se corrija más rápidamente.
Tal y como ha confirmado el piloto y su equipo, Alpine, si no hay ningún contratiempo, Fernando Alonso podrá subirse en los primeros entrenamientos libres del GP de Baréin, el 28 de marzo, cuando se habrá cumplido poco más de un mes desde la operación. Donde su presencia se antoja algo más complicada es en los test de pretemporada, que tendrán lugar el 12 de marzo, solo un mes después de la intervención.