La temporada 2021 de Fórmula 1 ya está aquí. Este viernes en Baréin se da el pistoletazo de salida a un año que promete muchas emociones. Si por algo destaca esta temporada en por la vuelta de Fernando Alonso al 'Gran Circo' tras dos años de ausencia. El asturiano y Carlos Sainz serán la representación española en la parrilla con más mundiales de la historia, junto con la del año 2020.
Desde que llegó la era híbrida a la Fórmula 1 en 2014, Mercedes se ha hecho con todos los títulos de constructores. La marca alemana vuelve a ser la favorita para revalidar el título, y también lo es Lewis Hamilton, que buscará conseguir su octavo Mundial, superando así a la leyenda de Michael Schumacher.
Max Verstappen es el principal aspirante al título, Red Bull llega con un muy buen nivel como demostraron en los test de pretemporada y a buen seguro que darán mucha guerra. Bottas y Checo Pérez serán los escuderos de estos dos espadas, aunque también prometen victorias y subir al podio con asiduidad.
Esta es sin duda una temporada muy esperada por los aficionados españoles, que volverán a tener doble representación en la parrilla de Fórmula 1. El asturiano, con su Alpine A521 y Carlos Sainz, con el SF21, estarán en plena lucha por la zona media de la parrilla.
Aunque ambos se han mostrado muy ambiciosos antes de que se apaguen los semáforos, lo cierto es que lucharán por entrar a la Q3 en clasificación, pelearán duro por el top 5 en carrera y si ocurre alguna locura, podríamos verlos subido al podio y quien sabe, si incluso ganando carreras. A priori, Alpine parte por delante de Ferrari en cuanto a ritmo, aunque la escudería italiana podría haberse guardado algunas décimas en los pasados test.
Pese a que será en la próxima temporada cuando veremos cómo las diferencias se reducen al mínimo, esta año ya tendremos una pelea muy feroz por los puestos de la clase media. Con Mercedes y Red Bull muy lejos por delante, y con Alfa Romeo, Williams y Haas distanciados por detrás, Mclaren, Ferrari, Aston Martin, Alpine y Alpha Tauri prometen carreras muy apretadas y clasificaciones ajustadas a la milésima.
Pese a la llegada de Schumacher y Mazepin, y a la entrada de capital procedente de Rusia y Alemania, la marca norteamericana está condenada a ser el peor coche de la parrilla. Alfa Romeo y Williams parecen ir un paso por delante, siendo la escudería británica la que más parece haber avanzado en este pasado invierno. Queda por ver la fiabilidad de los tres equipos, que será clave a la hora de soñar con la zona de puntos.