Aston Martin ha conseguido este invierno uno de esos milagros casi imposibles de ver en la Fórmula 1. La escudería británica ha pasado de estar entre los últimos equipos de la parrilla, a estar luchando por podios, con Fernando Alonso subido al tercer cajón en la primera carrera de la temporada. Los de Silverstone prometen más mejoras durante el año y Red Bull y Mercedes ya se han echado a temblar.
Aunque Red Bull está de momento en otra liga, las palabras de Checo Pérez en rueda de prensa, dejan entrever la inquietud que hay en la escudería de las bebidas energéticas con cómo pueda seguir avanzando Aston Martin. "Fue bonito ver tres Red Bull en el podio", una broma del mexicano que esconde una acusación en toda regla al equipo de Fernando Alonso de copiones.
El AMR23 tiene algunas cosas del Red Bull de 2022 pero es comprensible, ya que algunos de los ingenieros que formaron parte de la escudería de bebidas energéticas han fichado por el equipo verde. Aston Martin ha reclutado también ingenieros procedentes de Mercedes, con conocimientos en los últimos diseños de la escudería alemana. Helmut Marko no ha dudado en cargar contra los profesionales que salieron de su equipo para fichar por AM. "Tienen buena memoria", ha señalado, haciendo hincapié nuevamente en esas especificaciones que el AMR23 comparte con el Red Bull de 2022.
Toto Wolff, jefe de equipo de Mercedes, ha apostado por hacer autocrítica, pero sin perder de vista a Aston Martin: "Tendremos que hacer un mejor trabajo. No es habitual que un cliente gane a un constructor. Aston Martin es una inspiración. Hemos perdido un año en el desarrollo por no tomar decisiones valientes como la que han tomado ellos".