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Gran Premio de Mónaco: análisis de uno de los circuitos históricos de la Fórmula 1

El Gran Premio de Mónaco es la cita más icónica del calendario. La categoría reina lleva compitiendo en Monte Carlo desde hace más de 70 años y es una de las pruebas más aclamadas, tanto por los espectadores como por los propios pilotos.

Todo lo que rodea al circuito de Mónaco es diferente: es el trazado más corto de la temporada con una longitud de 3.337 metros y el único en el que no se completan los 300 kilómetros oficiales que marca el reglamento ya que apenas se recorren 260; también es el que tiene una velocidad media más baja de todo el campeonato.

Además, este Gran Premio solía diferenciarse del resto también por sus horarios, era el único cuyas fechas de celebración variaban con respecto al resto: los entrenamientos se adelantaban un día y comenzaban el jueves, mientras que el viernes se consideraba día de descanso. Ahora bien, de cara a 2022 han modificado esta tradición y será el viernes cuando tendrán lugar las dos primeras sesiones de entrenamientos libres.

Otra de las características que marcan esta cita en el calendario es el glamour que rodea a la carrera: el fin de semana del gran premio el puerto deportivo del Principado de Mónaco se llena de personajes VIP, hoteles y restaurantes celebran grandes fiestas.

Los pilotos también ponen su grano de arena. La tradición dicta que los protagonistas de la parrilla modifican el diseño de sus cascos y estrenan un nuevo protector con motivos dedicados a esta histórica carrera. Aunque no son los únicos; los equipos también se animan a reformular el diseño de sus monoplazas. El ejemplo más reciente: McLaren la temporada pasada.

Las curvas del circuito de Mónaco

El plano de del circuito de Mónaco está compuesto por 18 curvas, casi todas con su nombre. Muchos de esos giros forman parte de la historia del automovilismo mundial y han sido testigo de grandes hazañas. Desde la curva 1, la famosa Santa Devota, la subida por la Beau Rivage hasta llegar a Massenet y al Casino más famoso del mundo.

Por delante aún está Mirabeau, Loews, Portier, el Túnel, la Nouvelle Chicanne, Tabac, la Piscina, la mítica Rascasse y Anthony Noghes antes de llegar de nuevo a la línea de meta. 18 curvas que separan a los buenos pilotos de los grandes maestros y que todo aquel que llega a la Fórmula 1 sueña con terminar en primer lugar para añadir a su palmarés un trofeo histórico.

Si hay tres curvas famosas en el circuito de Mónaco son Santa Devota, Loews y Rascasse. La primera por ser la que se encuentran los pilotos nada más comenzar la carrera y donde no es raro que se produzcan accidentes; la segunda por ser la más lenta del Mundial: se hace en primera y a solo 50 kilómetros por hora, llegando a provocar trenecitos entre los monoplazas; y la tercera por ser la última zona posible donde adelantar y estar situada al final del único tramo de DRS que tiene el trazado.

Lo que no sabías del circuito de Mónaco

El Gran Premio de Mónaco es diferente a las demás pruebas del mundial por muchos motivos. Uno de ellos es que todo el trazado se puede recorrer a pie cualquier día del año, incluido el paso por el túnel, y son muchos los aficionados que se dan el paseo completo para ver, in situ, el lugar por el que transitan sus ídolos a velocidades de vértigo.

También, porque es uno de los más difíciles del mundo. El mítico Nelson Piquet hizo una comparación que sigue siendo válida hoy en día: "Pilotar en Mónaco es como montar en bicicleta por el salón de tu casa". Un desafío para todos los que participan en esta carrera y que cualquier piloto del mundo quiere disputar a lo largo de su carrera.

Y, por supuesto, Mónaco es diferente por su historia. Anthony Noghes, un empresario de la industria tabacalera de principios del siglo XX decidió organizar una carrera con sus compañeros del 'Automobile Club de Monaco' en 1929. Tuvo tal éxito que se repitió y que se fue ampliando con el paso del tiempo. En 1950 se convirtió, por primera vez, en una prueba del Mundial de Fórmula 1 y, desde 1955, ha formado parte cada año del campeonato del mundo sin interrupción.

Los coches de 2022 preocupan en Mónaco

La nueva generación de monoplazas preocupa especialmente en el circuito urbano de Montecarlo. Los coches son más anchos que los de los años anteriores y tendrán que abrirse camino por el trazado más estrecho del calendario.

Pero no sólo preocupa este aspecto, la visibilidad y, sobre todo, los bordillos, son cuestiones que crean una gran incógnita en torno a este fin de semana. Algunos pilotos, como Carlos Sainz, han asegurado que los bordillos van a tener un perjuicio físico para los pilotos y que debería ser un tema a tratar.

“Creo que hay que abrir un debate, el reglamento es excelente en muchos aspectos, pero hay varios problemas en cuanto a los daños que todos los pilotos sufrimos en el cuello y en la espalda. Quizás haya quien piense que ese es el precio a pagar por ser un piloto que corre en la Fórmula 1, pero es necesario visibilizar el problema. Mónaco será duro”, ha señalado el piloto madrileño.

Una solución podría pasar por elevar el fondo plano, pero esto alteraría los niveles de carga aerodinámica. En Alpine tienen claro que no van a renunciar a la carga aerodinámica y ya han anunciado que utilizarán un nuevo suelo en Mónaco para que les ayude a mejorar en este ámbito.

“En la próxima carrera tendremos un nuevo suelo para unas cuatro carreras. La mayor área de producción aerodinámica actualmente es el suelo”, ha desvelado Otmar Szafnauer, director deportivo del equipo francés.