Los conductores de hoy en día estamos acostumbrados a que, si nos da el alto la Guardia Civil en carretera, es porque hemos cometido una infracción. Será el momento de enfrentarnos a una posible multa por exceso de velocidad, por haber pisado una raya continua, por no haber respetado la distancia de seguridad al adelantar a un ciclista, o por mil y un motivos más.
Pero hace años, además de los radares situados en algunas de las carreteras de nuestro país, también se solían hacer controles de documentación, hoy reducidos casi siempre a los vehículos profesionales. Pero, en el caso de que tuviéramos que enfrentarnos a uno de esos controles, ¿sabríamos decir qué documentos son necesarios llevar en el coche para evitar que te multen?
Esa respuesta es sencilla, aunque ha cambiado en los últimos años. El conductor tiene que llevar un único documento, el permiso de conducción que le capacita para ponerse al volante de un determinado vehículo. Sin embargo, en el coche que conducimos tiene que haber, al menos, otros dos documentos indispensables: el permiso de circulación y la tarjeta de la inspección técnica del vehículo (ITV).
Vayamos por partes. Tanto si estamos involucrados en un accidente, cometemos una infracción o se nos detiene en la vía para un control rutinario, el conductor del vehículo solo está obligado a llevar encima el carné de conducir; es decir, solo tiene que mostrar el permiso de conducción expedido por la Dirección General de Tráfico que habilita a cada persona para conducir.
Otra cosa es "los papeles del coche", los documentos imprescindibles que siempre hay que llevar en el vehículo. El primero es el permiso de circulación, un documento que certifica que el vehículo ha sido matriculado y en el que están recogidos los datos y características básicas del coche. Aun a riesgo de perderlo, es obligatorio llevar este documento siempre encima, aunque hay una posibilidad.
La DGT permite llevar una fotocopia compulsada que se puede conseguir en las propias oficinas de Tráfico, de tal manera que se eviten problemas de posibles pérdidas, roturas o, incluso, robos. Ese trámite se puede hacer en cualquiera de las delegaciones de la DGT llevando la documentación original y tiene un coste de 20 euros.
El segundo y último documento del coche que hay que llevar siempre al conducir es la ficha técnica del vehículo. Se trata del documento que recoge todos los datos técnicos que identifican al coche. En la ficha de la inspección técnica de vehículos encontraremos esta información:
Además, en esta documentación también aparecerán los cambios que se hayan practicado al vehículo y que alteren su estructura. Por ejemplo, si queremos poner unas ruedas diferentes a las que marca el fabricante, tenemos que acudir a un taller que hará un estudio que después tendremos que presentar ante la ITV para que sea validado. En caso negativo, nos exponemos a una multa.
Lo que ya no es obligatorio es llevar el seguro del coche físicamente. Hasta el año 2008 lo era y podíamos ser multados en caso de no llevarlo encima, pero desde entonces es suficiente con que el vehículo esté asegurado. Eso sí, se recomienda llevar los datos encima para que, en caso de accidente, se puedan hacer los trámites pertinentes sin complicaciones.
Además, la DGT ha creado una aplicación para el coche que se llama miDGT y que permite llevar tanto el permiso de conducir como los papeles del coche en el móvil. Eso sí, para poder usarla oficialmente hay que registrarte anteriormente.
Pero, ¿qué ocurre si no llevamos algunos de estos documentos obligatorios en el coche? Pues que en el caso de que cualquier agente de la autoridad nos pida la documentación personal o del vehículo y no se la ofrezcamos inmediatamente, nos enfrentamos a una multa.
En el caso del carné de conducir, no llevarlo encima supone una sanción de 10 euros. Sin embargo, si está caducado la multa asciende hasta los 200 euros y, si no está en vigor por tenerlo retirado y nos pillan conduciendo, serán 500 euros y 4 puntos de sanción. También hay una multa de 80 euros por no llevar los datos de residencia actualizados.
En el caso del permiso de circulación, no llevarlo encima supone una sanción de 10 euros, mientras que conducir un vehículo que no esté autorizado a circular provocará una multa de 500 euros. Por último, no llevar encima la ficha técnica del vehículo también supone una sanción de 10 euros, mientras que circular con la ITV caducada supone una multa de 200 euros.
La documentación del coche o los famosos papeles del coche son documentos que debemos llevar en nuestro vehículo siempre que nos desplazamos. No hacerlo supone un riesgo de sanción innecesario que, con la nueva app de la DGT, se puede solucionar fácilmente.