Cristiano Ronaldo es uno de los jugadores más ricos del planeta. A priori puede parecer que su familia no es como otra cualquiera pero hay en algunos aspectos, en los que los Dos Santos Aveiro se diferencian más bien poco de una familia normal y corriente.
Cristiano Ronaldo continua confinado en Funchal mientras el mundo de protege del coronavirus. El delantero de la Juventus abandonó hace unos días el edificio de siete plantas donde se encontraba recluido con toda su familia para alojarse en un lujoso chalet solo con Georgina Rodríguez y sus hijos.
Estos últimos días, una nieta de Dolores Aveiro, sobrina de Cristiano Ronado, ha cumplido años y la familia se ha reunido para celebrarlo, puesto que en Portugal, el Estado de Alarma es mucho menos severo que en nuestro país.
Lejos de lujos y ostentaciones, la familia de Cristiano Ronaldo se ha unido en torno a unas cuantas mesas y sillas de bar, unos pocos dulces y saladitios y una tarta nada ostentosa para celebrar el cumpleaños. Eso si, 18 personas recluidas en un salón de juegos decorado con cuadros del delantero portugués de los mejores momentos de su carrera deportiva. "Somos una familia", escribía la matriarca de la familia, ya recuperada del ictus que sufría hace unas semanas.