Algunos futbolistas no saben administrar su dinero. Jugadores de élite que han conseguido amasar una fortuna ven cómo, tras estar mal asesorados, por malas compañías o por iniciativa propia, han decidido dilapidar su dinero en fiestas.
Es el caso de Fabio Maceralli, exdefensa del Inter de Milán, que ha explicado a un programa de televisión italiano cómo es su nueva vida como panadero: "Me divertí tanto que una persona normal necesitaría cuatro vidas para divertirse como lo hice en esos años".
Maceralli, que compartió vestuario con Ronaldo, Seedorf o Andrea Pirlo, entre otros, confiesa que empezó a consumir drogas: "Salía con mis amigos, pasaba la noche fuera, volvía por la mañana, llegaba tarde al entrenamiento... Pasé luego a las drogas", confesó.
Sin embargo, pronto se dio cuenta de que su vida iba sin rumbo: "En un momento tiré todo a la basura. Mi dinero y mi carrera con ciertas actitudes. Si pudiera volver atrás, cambiaría las cosas".
Pero con la ayuda de su familia pudo salir del mundo de las drogas: "Con el apoyo de mi familia salí de allí. Ahora trabajo en la panadería y voy con el tractor a cortar madera".
El exjugador, que reconoce todos los errores que cometió en su vida, aspira a volver a trabajar en un puesto en el mundo del fútbol: "Espero que alguien confíe en mí".