Aún queda mucho para la Eurocopa, pero aunque sean más de seis meses, Luis Enrique solo tiene una convocatoria más antes de la lista definitiva. La selección española empató con los Países Bajos (1-1) en un partido amistoso celebrado en el Johann Cruyff Arena dejando luces y sombras, sobre todo en una segunda mitad en la que estuvo lejos del gol y de su mejor versión, la cual ofreció un buen rendimiento en la primera parte con un Álvaro Morata reconciliador.
El equipo de Luis Enrique regresó a la acción tras la derrota en Ucrania y lo hizo con un empate en un escenario de mucha enjundia y ante la rival a la que ganó el Mundial de hace una década. Un partido que tuvo poco de amistoso porque al primer minuto ya había habido una ocasión a favor de 'la Roja'. España fue mejor que su oponente, pero siguió destacando por su falta de pegada.
"Es evidente que tuvimos desajustes durante la presión en la segunda parte, pero esa mitad no estuvo acorde con la primera. Es verdad que hay que reconocer la dificultad de jugar contra Países Bajos porque si no presionábamos bien arriba nos lanzaban balones a De Jong. Luego abren a banda y rematan. Así nos han pillado en algunas y nos ha costado", admitió Luis Enrique.
"Es cierto que a lo largo de un partido pueden ocurrir estas cosas y por eso me ocupan todas estas situaciones. En la primera parte, sin embargo, estuvimos mejor porque han surgido infinidad de pases con Morata. Nos ha dado mucha profundidad y ha generado opciones de gol. Ha sido una buena primera parte", incidió.
Preguntado por el cambio de Sergio Ramos, que jugó los últimos cinco minutos, el seleccionador dijo que no buscaba "el buen rollo". "El buen rollo estará igual en la selección juegue Ramos o no. No lo he hecho por eso, lo he hecho primero para cuidar al jugador que más veces ha sido internacional con España y luego por el calendario que lleva", apuntó.