Elegir a los mejores jugadores africanos no es difícil: los aficionados tienen una gran cantidad de futbolistas entre los que elegir y con los que completar un once de garantías. Pero reducir esa lista a solo una decena implica riesgos, como dejar fuera a alguno de los grandes. A sabiendas de esa dificultad, nos hemos atrevido a hacer la lista con los que, a nuestro juicio, son los mejores futbolistas africanos de todos los tiempos.

El último futbolista en incorporarse a esta lista, pero el que más repercusión mundial tiene del momento. Tras pasar por Basilea y Roma ha sido en el Liverpool donde Mohamed Salah se ha convertido en un referente del fútbol mundial gracias a su facilidad para ver puerta, pero también por su velocidad, su capacidad de desborde y su enorme compromiso con sus compañeros. Un jugador de equipo que hace mejores a los que están junto a él.

Si consideramos a Eusebio como portugués, pese a nacer en Mozambique, George Weah es el único futbolista africano que ha ganado el Balón de Oro en toda la historia de este galardón. Fue en 1995, su mejor año, y jugando en el gran Milan de los años 90. Con su 1,90 de estatura y unas condiciones físicas envidiables, Weah también jugó en el Mónaco, el PSG, el Marsella o el Chelsea, entre otros, donde ofreció lo mejor de su repertorio. Talento y físico, todo en uno.

El futbolista africano con mejor palmarés de todos los tiempos jugó en el Real Madrid, Barcelona, Inter o Chelsea, entre otros, siguiendo siempre su propio leit motiv: "Correr como un negro para vivir como un blanco". Enorme trabajador y gran goleador, su gran hándicap fue su carácter, lo que le llevó recibir el apodo de 'el león indomable' y uno de los mejores momentos de su carrera tomó una decisión controvertida: prefirió los petrodólares del Anzhi que seguir jugando al máximo nivel. Pese a todo, Samuel Eto'o es uno de los mejores futbolistas africanos de todos los tiempos.

Para muchos, comparte con Weah el título de mejor jugador africano de todos los tiempos. Hizo del Chelsea un equipo campeón y llevó a la selección de Costa de Marfil hasta la final de la Copa de África en dos ocasiones, abriendo el camino al título que, finalmente, conquistarían en 2015. Didier Drogba es un jugador con una enorme potencia unida a una calidad apabullantes que le llevó a ser uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos nacidos en el continente negro.

Hasta la llegada de Samuel Eto'o a la élite, la historia del fútbol de Camerún era la de Roger Milla, un jugador que jugó toda su carrera en Francia, sin llegar a despuntar entre los mejores del continente. Se retiró sin hacer ruido en 1989, pero todo cambió un año después cuando el presidente de su país le pidió que jugara en Italia 90… pese a que ya tenía 38 años. Camerún fue la gran sensación de aquel Mundial: ganó a la Argentina de Maradona en la inauguración y Roger Milla, que solo solía jugar las segundas partes por su estado físico, revolucionó el campeonato marcando goles de dos en dos, celebrándolo con bailes nunca vistos hasta entonces y llevando a su selección hasta las puertas de semifinales. Cuatro años después, Milla quiso reivindicar a los futbolistas mayores jugando también en el Mundial de Estados Unidos a los 42 años.

Triunfó en el Manchestery City y, más tarde, en el Barcelona con quien ganó la Champions en el mágico año del sextete de Guardiola. Yaya Touré era un centrocampista tan poderoso físicamente como inteligente, ya que a sus magníficas cualidades como mediocentro defensivo unía una llegada al área que, en muchas ocasiones, era letal.

Si Nwankwo Kanu no hubiera tenido que estar un año apartado de los terrenos de juego a causa de unos problemas de corazón, probablemente su carrera hubiera sido aún más importante. Pero, pese a todo, estamos hablando de uno de los mejores delanteros africanos de todos los tiempos. Tenía una enorme potencia, mucha clase y, sobre todo, gol, unas cualidades que le hicieron brillar en el Mundial sub 17 de Japón y que le llevaron directamente a Europa. Tras triunfar en el Ajax de Van Gaal, también lo hizo en Italia con el Inter y en la Premier con el Arsenal.

Con solo 17 años ganó la Copa de África de 1982 con la selección de Ghana y se ganó el apodo de 'Pelé' por sus enormes cualidades futbolísticas. Sus mejores prestaciones futbolísticas las ofreció en el Olympique de Marsella, con quien dominó el fútbol francés de finales de los 80 y principios de los 90, llegando incluso a proclamarse Campeón de Europa en la final de la Champions de 1993 que vencieron al Milan. Potente, talentoso y goleador, Abedi Ayew es uno de los grandes futbolistas africanos de la historia.

Uno de los futbolistas más importantes de la historia del fútbol africano: jugó con la selección egipcia durante 21 años, disputando un total de 170 partidos entre 1985 y 2006 y siendo el gran referente del fútbol de su país hasta la aparición de Salah. Hossam Hassan nunca destacó en el fútbol europeo, donde solo jugó un par de años, entre Grecia y Suiza. Pero la importancia que tuvo para Egipto fue enorme y llevó sobre sus espaldas el peso de su selección durante dos décadas.

El único blanco, el único portero y el tipo más excéntrico de esta lista. Fue un mito de la portería del Liverpool en los años 80 y 90 y será siempre recordado por alternar paradas increíbles con pifias mayestáticas. Aunque nació en Sudáfrica se nacionalizó zimbauense, selección con la que jugó más de treinta partidos. Un personaje carismático como el que más y que hizo de Anfield su casa durante 14 temporadas.

Hacer una lista con los diez mejores jugadores africanos no es fácil, ya que por el camino se pueden quedar futbolistas de la importancia de Seydou Keita, Lakhdar Belloumi, François Omam-Biyik, Thomas N'Kono o Rabah Madjer y su mítico gol en la final de la Copa de Europa del 88. África siempre ha sido cantera de grandes futbolistas y cada aficionado tendrá sus propios gustos a la hora de escoger al mejor jugador africano de todos los tiempos.