La década de los ochenta en el fútbol tiene claro aroma italiano. Fue la época dorada de los clubes del país de la bota, quienes tuvieron una repercusión y un dominio incontestable en el fútbol mundial.

Hasta el año 1980, el calcio italiano vivía de un proteccionismo para potenciar a los jugadores locales, evitando que se ficharan a futbolistas extranjeros. Una medida que no les reportó demasiado buen bagaje a nivel competitivo, ni a nivel de clubes ni a nivel de selección; tan solo la Eurocopa de 68 y una UEFA de la Juventus.

Cuando comenzó la década de los ochenta, los clubes italianos podían fichar a un jugador extranjero. La cifra se fue incrementando con el paso de los años y llegaron a formarse auténticos equipos de ensueño, con los que Italia dominó buena parte de las competiciones futbolísticas. Estos son algunos de los equipos más recordados de aquella época.

El Milán dirigido por Arrigo Sacchi a finales de los ochenta revolucionó un fútbol italiano acostumbrado al ‘catenaccio’. Con un estilo ofensivo y referenciado en jugadores como Gullit, Rijkaard, Maldini, Van Basten o Baresi causaba temor, tanto en la Serie A como en Europa, donde ganó dos Champions League a finales de los ochenta. Una máquina perfecta que se ha convertido en uno de los equipos más influyentes de la historia del fútbol. Otros clubes trataron de seguir su estilo en años posteriores.

El Nápoles era un equipo que no estaba entre los punteros de Europa. Pero ficharon a Maradona procedente del Barça. Y se inició la revolución.

Todo un dios para los napolitanos que estuvo seis temporadas en el equipo partenopeo. Maradona y Careca formaban una dupla temible en ataque. Así, consiguieron alzar dos Scudettos, una Copa Italia, una Supercopa y una Copa UEFA, situando al equipo en el panorama internacional.

El Real Madrid ha tenido diversas épocas doradas a lo largo de la historia, pero los aficionados blanco guardan los años ochenta con mucho cariño. Fue la era de la ‘quinta del Buitre’. Jugadores canteranos representaban los valores de un club y lo demostraban en las competiciones europeas, en las que el equipo de Chamartín llevaba unos años flaqueando tras haber conquistado seis Copas de Europa. No conquistaron la ‘orejona’ pero sí cinco Ligas consecutivas y dos copas de la UEFA.

La Juventus de Turín hizo historia en la década de los ochenta. Cinco Scudettos y la Copa de Europa de 1985 hacen imprescindible su presencia.

El cuadro estaba liderado por Platini, uno de los mejores jugadores franceses de la historia. Junto a él, un equipo de garantías en el que estaba un joven Laudrup o jugadores del nivel de Paolo Rossi en ataque y de Cabrini o Gentile en la zaga.

Puede que no se recuerde demasiado, pero el equipo ucraniano fue uno de los más exitosos en la década de los ochenta. Dirigidos por el mítico Valeri Lobanovsky, el Dinamo de Kiev tuvo una época muy poderosa desde 1985 hasta 1987. Además de vencer títulos de Liga y Copa en su campeonato local, vencieron dos Recopas de Europa consecutivas; una competición ya inexistente, pero en la que llegaron a competir equipos muy poderosos del continente.

El público suele recordar la etapa de Alex Ferguson como entrenador del Manchester United, pero antes dirigió durante ocho temporadas al Aberdeen en su Escocia natal. Esos años coincidieron con la etapa de más éxito del equipo, en la que ganaron tres ligas, cuatro Copas de Escocia, una Copa de la Liga y una Copa Drybrough. Pero su hazaña más memorable fue la de vencer al Real Madrid de Carlos Santillana o José Antonio Camacho en la final de la ya extinta Recopa de Europa de 1983. El gol de John Hewitt en el minuto 112 derrotó al equipo que entonces dirigía Alfredo di Stéfano. El Aberdeen se convirtió en la sensación de Europa.

La década de los ochenta dejó a otros grandes equipos inolvidables. No se puede saltar la mención a los equipos vascos, que dominaron las competiciones locales durante buena parte de la década. Tanto Athletic como Real Sociedad ganaron dos Ligas y una Copa del Rey en ese periodo.