El Madrid llegaba con muchas dudas ante el Espanyol tras empatar contra el Villarreal y perder contra el Sheriff. Necesitaba recuperar las buenas sensaciones del inicio de temporada, pero el conjunto perico se lo pondría bastante difícil.
Desde el comienzo se ha visto fallar al sistema defensivo y ahora que han perdido el fuelle en ataque es más notorio. Un reflejo del desastre que era la zaga blanca fue el gol de Raúl de Tomás para el Espanyol. Embarba ganó con facilidad a David Alaba y el delantero hizo lo mismo con la posición de Lucas Vázquez.
No solo esto que cada vez que el equipo de Vicente Moreno se iba al ataque la sensación de peligro era real. El Madrid era una sangría en defensa que se veía con frecuencia. La nota buena “noticia” es que ahora Ancelotti tendrá varios días por delante para ver si los blancos pueden reforzarse en esta parcela.
Otro de los aspectos que chirría del italiano es ese cambio constante de sistema de juego que está haciendo que los jugadores en muchas ocasiones sobre el campo no sepan ni a que juegan.
El Madrid recurría de inicio ante el Espanyol a un 4-4-2 y ante el fracaso, el italiano cambiaba tras el descanso a un 4-3-3 tras quitar a un amonestado Camavinga para que entrara Rodrygo.
Mejoró algo, pero teniendo la debilidad defensiva que tenían lo único que consiguieron fue que cayera el segundo de Aleix Vidal. Cogió el balón en tres cuartos de cancha y se plantó solo ante Courtois ante la impasividad de la defensa y del medio campo.