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"Mina, violador": La afición del Celta también condena a Santi Mina con gritos e insultos en la grada de Balaídos
El Celta jugó en casa por primera vez tras la condena a Santi Mina
Los hechos probados del abuso sexual de Santi Mina que le condenan a cuatro años de prisión
El delantero ha sido condenado a cuatro años de prisión por abuso sexual
Santi Mina ya sabe lo que la afición del Celta de Vigo piensa de él tras ser condenado a cuatro años de prisión por abuso sexual a una joven en una caravana de Mojácar. El conjunto gallego reaccionó al fallo apartando al delantero y borrando todo paso suyo por el club.
Ante el Alavés (4-0) el Celta jugó su primer partido en casa tras conocerse la codena judicial. La grada de Balaídos mostró su total rechazo a Santi Mina con gritos e insultos constantes: “Mina, violador”.
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Diversas peñas celestes ya habían mostrado su rechazo a que Mina siguiese en la disciplina del club tras el abuso sexual cometido. La afición gallega aplaudió la drástica medida de la directiva de no contar nunca más con el joven futbolista.
El presidente del Celta de Vigo, Carlos Mouriño, afirmó, en una declaración institucional, que condena “enérgicamente” el delito que le imputa la Audiencia Provincial de Almería al futbolista Santi Mina, para el que pide una pena de cuatro años de cárcel por un delito de abuso sexual.
“Desde el RC Celta queremos manifestar nuestra enérgica condena a los hechos acontecidos en el día de hoy con un jugador de la plantilla del primer equipo”, declara Mouriño en el vídeo difundido por el club.
El también máximo accionista de la entidad señala que respetan “muchísimo” los derechos que tienen las partes implicadas en el proceso judicial, pero al mismo apunta que “los valores del Celta están por encima de todo y los defenderemos como los hemos defendido siempre”.
El tribunal presidido por la magistrada Társila Martínez condena a Mina a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual a una mujer el 18 de junio del 2017 en Mojácar (Almería), además de imponerle una orden de alejamiento de 500 metros respecto de la víctima durante 12 años y el pago de una indemnización de 50.000 euros.
