La pareja más letal blanca le dio la victoria al Madrid ante el Rayo Vallecano (0-1). El ritmo en el primer tiempo fue alto por parte de los dos equipos. Los blancos llegaron en varias ocasiones con peligro haciendo que Lucas Zidane tuviera que intervenir, algo menos lo hizo Courtois, pero los de Iraola también tuvieron las suyas. Tras el descanso, la velocidad del encuentro decayó y apenas llegaron a las áreas. Hasta el minuto 83 no llegó el gol del partido. Una conexión entre Vinicius y Benzema hizo que el galo marcara para darle tres puntos vitales para el conjunto de Ancelotti.
El equipo de Carlo Ancelotti protagonizó un inicio de partido fulgurante, con dos ocasiones claras en los cinco primeros minutos y ambas con el mismo protagonista, Marco Asensio, que se encontró en sus dos remates con Luca Zidane, que realizó dos buenas paradas para desbaratar el peligro.
Al Rayo le costó encontrar el ritmo del partido, pero cuando supo acoplarse al juego de su rival mejoró mucho sus prestaciones ofensivas para empezar a merodear el área de Thibaut Courtois con un disparo raso que se marchó al lateral de la red de Bebé y un cabezazo de Sergi Guardiola que atrapó el portero belga.
Esa mejoría del Rayo llegó acompañada de las imprecisiones del Real Madrid en el centro del campo con varias pérdidas importantes de Casemiro, que dio alas a su rival a tener jugadas rápidas en ataque con la velocidad que mostró Álvaro García por el costado izquierdo.
Antes del descanso, el Real Madrid pudo abrir el marcador con un tanto de Casemiro que inicialmente el colegiado dio como gol y que, tras revisión del VAR por pinganillo, fue anulado por falta y fuera de juego cuando el Rayo se disponía a sacar de centro.
Ese no sería el último susto del Rayo antes del descanso, puesto que en el minuto 45 Karim Benzema buscó un desmarque y remató de cabeza un balón en el segundo palo que despejó con el pecho Luca Zidane.
En la segunda mitad el Rayo comenzó sometiendo a un asedio al Real Madrid, que se encomendó a Courtois para repeler las embestidas de los locales. Primero el portero belga despejó un disparo lateral de Sergi Guardiola y después un cabezazo de Mario Suárez que envió a córner con una estirada.
En busca de nuevas ideas y refrescar el juego desde la medular, Ancelotti retiró a Casemiro y dio entrada a Fede Valverde. El uruguayo dio más consistencia al juego del Real Madrid, sobre todo cometiendo pocos errores y mejorando la circulación por ambas bandas para que aparecieran Vinicius y Asensio, que no fue tan protagonista en la segunda mitad como en la primera.
En el Rayo la entrada de Radamel Falcao también supuso un soplo de aire fresco. El colombiano no contabilizó ninguna ocasión pero sí fue la referencia atacante de su equipo en los minutos finales y su veteranía le permitió templar el juego en el momento crítico.
Cuando mejor estaba el Rayo, y tras salvar Courtois de nuevo al Real Madrid a disparos de Trejo y Álvaro, el equipo blanco se encomendó a las estrellas de su ataque para desatascar el marcador. Rodrygo se asoció con Benzema, que puso un balón a Vinicius a la espalda de la defensa y el brasileño se la devolvió al francés ante la salida de Luca Zidane para marcar a placer.
Hasta el final, el Real Madrid se dedicó a contener el juego para no tener sustos ante la desesperación del Rayo, al que el gol le sentó como un jarro de agua fría y todo el juego combinativo que realizó se convirtió en balones aéreos sin rumbo en busca de un remate que nunca llegó.