Sergio Ramos no jugó El Clásico, pero lo que sí hizo es animar y apoyar al equipo desde la grada de Valdebebas. Se le vio activo y sufriendo con el equipo. Celebró los goles como el que más. Además iba vestido con una sudadera que tenía el lema de "Misma pasión". El mensaje de apoyo al Misa Rodríguez con el que también posaron los dos clubes antes de que comenzara el encuentro.
Ramos no está teniendo suerte con las lesiones desde que comenzara el año. La última tras el parón de selecciones venía en el momento más complicado para el Real Madrid por todo lo que se jugaba en el mes de abril, pero el jugador va a tener que ver todos estos partidos desde la grada.
Esta vez era el gemelo el que le impedía estar en partidos como El Clásico. Este podría ser el último que disputara estando en el Madrid ya que todavía sigue sin llegar a un acuerdo para renovar. Desde que llegó no se había perdido ninguno, este fue el primero.
Es el jugador -junto a Leo Messi- con más Clásicos que ha disputado en la historia (45) y puede que este número no aumente. De momento en esta temporada el último lo vio desde las gradas del Alfredo Di Stefano y de su decisión y la del club depende que estas estadísticas sigan creciendo.
Todo parecía que iba a ser coser y cantar. El conjunto blanco y el futbolista querían continuar su idilio de tantos años, pero los números no cuadran y la renovación se trunca. Desde las oficinas del Bernabéu no se mueven de la proposición que le hicieron en un primer momento: un año más, con opción a negociar el segundo, y una rebaja salarial del 10%.
Esto es algo que Ramos no contempla, sobre todo por las formas. Considera que por todo lo que ha dado al club y porque se lo ha ganado merece algo más y un trato más correcto a la figura que es para el Madrid. “Me he ganado el derecho a tomar la decisión que quiera”, dice en su nuevo documental de Amazon Prime.
En el Madrid están muy tranquilos y confiados que se pueda llegar a un entendimiento. Saben la dificultad que podría tener Sergio para encontrar un equipo nuevo que accediera a sus peticiones por lo que tienen la intuición de que acabará sucumbiendo a sus peticiones.