La crisis del Barcelona parecía que no podía ir a peor, pero la renovación de Gerard Piqué, Ter Stegen, Lenglet y De Jong ha dividido al vestuario justo antes de empezar con el club la negociación por la reducción salarial. Bartomeu ha ampliado el contrato de los cuatro jugadores, y hay malestar en la plantilla azulgrana porque creen que se ha dado prioridad a los intereses particulares antes que a los del grupo.
El club sorprendió a los aficionados con cuatro renovaciones tras la goleada al Ferencvaros en la fase de grupos de la Champions (5-1), en un encuentro plácido y a la medida para coger moral antes del Clásico. Bartomeu y su directiva llevaban tiempo negociando las ampliaciones de Ter Stegen y Lenglet, pero no se había filtrado que también estaba negociando con De Jong y Piqué.
Las renovaciones de Ter Stegen (2025), Lenglet (2026) y De Jong (2026) se han pactado con una ampliación de años de contrato para tener un salario más alto al final de la vinculación con el Barcelona. Bartomeu ha conseguido atar al portero alemán, que era otro de sus objetivos antes de tener que enfrentarse a la moción de censura en la que los socios decidirán si sigue como presidente del Barça.
Pero la renovación que más sorprendió fue la de Gerard Piqué. El defensa ha ampliado dos años más su contrato y las dos últimas temporadas están supeditadas a un número mínimo de encuentros por curso. Piqué pasa de 2022 a 2024, pero con la posibilidad de poner fin al contrato al final de cada temporada pero sin marcharse a otro club en Europa.
Las decisiones de los cuatro jugadores, y más Piqué que es uno de los capitanes, ha sorprendido en la plantilla. El vestuario está molesto con las renovaciones porque piensan que los cuatro han dado prioridad al interés personal por encima del colectivo. El anuncio del Barcelona ha generado una división, una brecha, dentro del vestuario, justo en el momento en el que tienen que sentarse con Bartomeu y el club para negociar la reducción salarial.
El Barcelona comunicó la semana pasada a los jugadores que tendrían que negociar una bajada de sueldo del 30% en los próximos días para intentar reducir la crisis económica que atraviesa el club. Los jugadores respondieron con una negativa firmada por todos los jugadores menos por Ter Stegen y Lenglet, que ya tenían cerradas sus renovaciones, pero sí por el resto de futbolistas.
Ahora, con las ampliaciones de contrato, hay malestar entre los jugadores del Barcelona porque Piqué, Ter Stegen, Lenglet y De Jong han dado prioridad a las preocupaciones personales antes que al grupo, y no ha sentado bien en el vestuario. El resto de plantilla va a estar representada por el abogado al club este verano en el que indicaba que quería salir. La crisis del Barcelona no toca fondo y ahora son los jugadores los que están divididos.