Los aledaños del Camp Nou han amanecido con un mensaje directo al Espanyol con el lema “Hoy puede ser un gran día”. El Barça todavía luchando por la Liga y el Espanyol casi en Segunda, pero con opciones para amargarles la fiesta a su eterno rival. Y en medio un personaje, Gerard Piqué y sus afrentas mutuas con el españolismo.
Piqué es el protagonista por excelencia de una rivalidad histórica. Para Rufete, entrenador del Espanyol, el campo y el rival son lo de menos. Pero en el caso de Piqué, el aliciente es máximo ante la posibilidad de mandar a los pericos a Segunda División en el Camp Nou.
Tras un largo expediente de hostilidades, Piqué puede decir la última palabra dictando sentencia. Después del Tamudazo que le quitó la Liga al Barça dándosela al Madrid en 2007, el Barça puede dictar sentencia y Piqué vengarse de su eterno rival.
El central azulgrana ha tirado algunos dardos al Espanyol, llamándole en ocasiones ‘Espanyol de Cornellá” o defendiéndose con humor de los cánticos que le dedicaba la afición perica. Ahora, el derbi catalán tiene más morbo que nunca: el Barça apura sus opciones de Liga y además, enviaría a Segunda al conjunto blanquiazul.
Por su parte, el Espanyol quiere aferrarse a un salvavidas para no naufragar y caer en descenso. Además, arrebataría, una vez más, el título al Barça. El conjunto perico sufrió una dolorosa derrota en la pasada jornada de Liga ante el Leganés, por lo que sus opciones se complican cada vez más.