Carlo Ancelotti movió el banquillo del Real Madrid en el descanso de ‘El Clásico’ ante el Barcelona ya perdiendo por dos goles. Toni Kroos dejó su lugar a Camavinga en un movimiento que se entendió como táctico en el Santiago Bernabéu.
A través del podcast ‘Simply Mal Luppen’, el alemán ha explicado lo que realmente ocurrió dentro del vestuario. Kroos jugó los minutos finales de la primera parte con una herida sangrante en su pierna.
El alemán no se dio cuenta hasta que los jugadores entraron en la caseta: "Tenía una herida y me tuvieron que coser la carne de la tibia con tres puntos. Vi que estaba sangrando, pero realmente no lo noté”.
Tras ser atendido por los servicios médicos del Real Madrid, Kroos asegura que “seguí mirando el partido desde dentro y vi el 3-0 y el 4-0. Eso fue, por supuesto, muy amargo. Despué del 0-1 el partido fue en una sola dirección, eso fue decepcionante. En general, muy débiles hasta el final”.
Toni Kroos fue uno de los jugadores que tuvo que pasar el control antidoping al terminar el duelo: “Eso redondeó la noche, sentado allí durante una hora y media en el control de dopaje".
Junto al medio también pasaron el test Vinicius y Piqué y Alba por parte blaugrana. “Nosotros éramos la pandilla de perdedores. Fue una noche amarga. No hablamos. Vinicius y yo éramos los perdedores. Así que estaba muy feliz cuando salí de allí".