Messi está viviendo unas últimas horas muy convulsas. Desde que comunicara por burofax su deseo de salir del Barça todo se ha precipitado y está patas arriba.
En principio no se iba a presentar a los entrenamientos para dejar clara su idea de que no quiere volver a vestir la camiseta blaugrana, pero finalmente el astro argentino ha decido que lo hará. Los jugadores están convocados el lunes para tener la primera toma de contacto con Koeman, aunque antes, el domingo tendrán que realizarse la prueba PCR para saber si están o no contagiados de Covid.
Messi se presentará a la primera sesión, pero esto no quiere decir que se esté planteando su situación, lo tiene muy claro y está decidido a irse.
El delantero lo tiene claro y todo apunta a que su decisión es irrevocable. Sin embargo, el presidente quiere hacer todo lo posible para que se quede y lo va a intentar de todas las maneras posibles, aunque parece que Messi no se va a mover de ahí.
Los problemas que tiene con Bartomeu son unos de los motivos de peso que él ha tomado esta decisión tan drástica. La gestión que ha venido haciendo y los encontronazos que están teniendo ahora cada vez lo alejan más y quieren reunirse con el argentino para intentar revocarlo. Quiere hacerle saber que si el problema principal es él debe tener en cuenta que dentro de unos meses habrá elecciones y que esto puede cambiar.
Desde que el todavía jugador del Barça se pusiera en contacto con Pep Guardiola para comentarle las ganas de estar de nuevos a sus órdenes, el Manchester City está moviendo cielo y tierra para poder hacerse con el jugador. Están haciendo cálculos tanto para asumir la ficha como para no tener problemas con el Fair Play Financiero.
Desde el diario 'Olé apuntan que dirigentes del club inglés van a viajar a Barcelona en los próximos días para reunirse con él y su entorno para cerrar su salida.