Leo Messi ha decidido interrumpir sus vacaciones en la Cerdanya, a una hora de Barcelona, para reunirse cara a cara con Ronald Koeman este jueves. El argentino descansaba con su familia y meditaba sobre su futuro, pero como informó TYC Sports, cogió su coche de urgencia para verse con el nuevo entrenador del Barça.
Desde la derrota por 2-8 ante el Bayern de Múnich, Leo Messi no se ha pronunciado públicamente. El argentino no dio explicaciones tras el encuentro y tampoco se ha dejado ver en sus redes sociales. Su futuro está en el aire y por eso quiere zanjar el tema con una conversación con Ronald Koeman y ver de primera mano las sensaciones que tiene con el entrenador holandés.
Leo Messi estaba de vacaciones en una casa que tiene en la Cerdanya y pasaba unos días junto a las familias de Luis Suárez y Jordi Alba. Los tres jugadores del Barcelona son grandes amigos del vestuario culé y trataban de desconectar junto a su círculo íntimo. El argentino se marchó también para meditar sobre su futuro aunque el Barcelona tiene claro que quiere contar con él la próxima temporada.
No es lo mismo en el caso de Luis Suárez y Jordi Alba. El uruguayo está en todas las quinielas para abandonar el Barcelona, pero el delantero quiere hablar antes con Koeman para tratar de convencer al holandés para que cuente con él. Igual está Jordi Alba.
El lateral del Barcelona no ha hecho una gran temporada y su alta ficha y su contrato de larga duración, le hacen estar entre los transferibles. Bartomeu señaló en una entrevista en la televisión del club que había jugadores intransferibles, y en ningún caso habló de Luis Suárez y Jordi Alba. La reestructuración de la que tanto se habla en el Camp Nou podría tener los nombres de los dos amigos de Leo Messi.