El Real Madrid y los representantes de Kilyan Mbappé ultiman la firma definitiva a su contrato. Desde el entorno del delantero presionan en los últimos flecos filtrando la desesperación del Paris Saint Germain para renovarle dándole todo lo que pide y más.
La clave de la negociación entre la familia y agentes de Mbappé y Florentino Pérez está en la cesión de los derechos de imagen. Desde las oficinas del nuevo Santiago Bernabéu están dispuestos a realizar un esfuerzo –al igual que hicieron en sus días con Cristiano Ronaldo- y cederle más de la mitad de sus derechos. Eso sí, dejando a un lado el contrato por venta de camisetas.
La última oferta que tiene Mbappé del Real Madrid además incluye un plus de fichaje de 180 millones de euros. Un dinero que el pasado verano rechazaron en París como traspaso.
El sueldo de Mbappé en Madrid se iría a los 40 millones de euros netos anuales, convirtiéndose así de lejos en el jugador mejor pagado de la plantilla de Ancelotti. En la actualidad es Gareth Bale, con alrededor de doce millones, el top en sueldo.
Mbappé mantiene su ley del silencio y no hablará en público hasta tener cerrado su futuro. El delantero quiere cumplir su sueño de infancia pese a las presiones exageradas que le llegan en París ordenadas desde Catar.
Sobre la mesa Delphine Vertheyden, abogada de Mbappé, también tiene un ‘cheque en blanco’ de Catar para ampliar su contrato en el Parque de los Príncipes por dos temporadas.
El PSG le ofrece 200 millones de euros (50 limpios por temporada más un plus de 100 kilos) y la totalidad de sus derechos de imagen por jugar las dos próximas campañas en París.
Los agentes de Mbappé se lo piensan pero la última palabra la tendrá el futbolista. Y los sueños de niño siempre se quieren cumplir.