El Barça venció al Mallorca por la mínima (0-1). Xavi Hernández tuvo que hacer encaje de bolillos para configurar el once ante la plaga de bajas. La delantera era muy novedosa y fue Luuk de Jong el que más destacó para los azulgranas. Los mallorquines le dieron el control y fue el delantero centro el que aprovechó las pocas ocasiones que tuvieron. En dos ocasiones estrelló el balón contra la madera antes de hacer el gol al borde del descanso. Además de esto, poco más se pudo ver de los azulgranas y del partido. Solo en los minutos finales hubo algo de emoción con un paradón de Ter Stegen. El Barcelona consiguió los tres puntos vitales para meterse en zona europea.
El segundo triunfo en 19 jornadas de los azulgranas lejos del Camp Nou (también venció al Villarreal) tiene el valor añadido por las circunstancias -todas contrarias a sus intereses- en las que se fraguó. Xavi Hernández, que ya se había mostrado contrario a que el partido se jugara, sólo pudo disponer de once futbolistas del primer equipo; dejó en el banquillo a dos de los disponibles, Lenglet y Umiti, y dibujó un once con dos refuerzos del filial, Ilias Akhomach y Ferrán Jutglà.
En total, entre las bajas por contagios, lesiones y otras razones, el técnico catalán no contó con 16 jugadores en la isla. Ante esas circunstancias Xavi recompuso el once con Araújo como improvisado lateral izquierdo, Riqui Puig, en el centro del campo, Jutglà y Ilias en el ataque acompañando a Luuk de Jong.
El Mallorca alineó a un once muy reconocible. Sorteó mejor que su rival el hándicap de las cuatro ausencias por coronavirus de las que informó esta semana -todavía se desconocen sus identidades- y su baja más importante fue la del japonés Take Kubo, que ni siquiera estuvo en el banquillo.
El partido tuvo un dominador claro desde el principio. Los azulgranas minimizaron a su rival, le encerraron en su campo y no le dejaron maniobrar. En los primeros 20 minutos no hubo ningún acercamiento de los locales a la portería de Ter Stegen; tampoco el Barça creó demasiado peligro, con excepción de un disparo de Ilias (min. 9), al que Reina desvió al córner.
Poco después, Luuk de Jong se convertiría en el gran protagonista del partido al estrellar, en un minuto, dos remates en el palo y en el larguero, el segundo de ellos tras una chilena espectacular. El delantero neerlandés tuvo su premio (min, 43) al conectar un cabezazo tras un centro de Mingueza que se coló en la portería después del resbalón del meta Manolo Reina.
El 0-1 castigó a un Mallorca que solo creó cierto peligro a través de dos lanzamientos de falta ejecutados por el surcoreano Kang-in Lee. Los azulgranas fueron más conservadores en la reanudación. Frenó el ímpetu con el que afrontó el choque y permitió la reacción mallorquinista, que ya en el minuto 55 pidió penalti por una caída de Antonio Sánchez en el área.
Fue más atrevido el Mallorca, dispuesto a aprovechar cualquier error, como el que cometió Jutglà al perder un balón que originó la falta máxima reclamada por Sánchez, que Mateu Lahoz no apreció como tal. Lenglet sustituyó a Mingueza, con problemas musculares, con lo cual, Araujo pasó al lateral derecho. También entró Estanis por Ilias.
El equipo de García Plaza quemó todas sus naves en busca del empate. Lo tuvo en varias ocasiones, la más clara, en el tiempo de descuento. Un salvador Ter Stegen detuvo un remate a bocajarro de Jaume Costa para impedir el empate local. El meta alemán fue el héroe de su equipo y así lo reconocieron sus compañeros, que le abrazaron al finalizar el partido celebrando un triunfo que le deja a un punto de la Liga de Campeones. El Mallorca lo intentó en un final de mucha tensión, pero no pudo impedir la segunda derrota de la temporada en casa.