Es una más. Y son muchas. Bale cansa al madridismo y la última ha sido imitar unos prismáticos para ver a su equipo desde la grada de Los Cármenes.
La actitud del galés no es nueva. Se aburre en el banquillo pero su actitud no cambiará su situación, y menos cuando Zidane prácticamente ya le haya hecho la cruz. La imagen de Gareth Bale con los prismáticos puede tener doble lectura: una crítica a la prensa para que sepa que no quiere perder detalle del juego de su equipo tras ponerse 'mascarilla' vendándose los ojos en el partido ante el Alavés o un gesto a los medios de comunicación que están pendientes de lo que haga en el banquillo.
Sea como sea, Bale parece más empeñado en que sea noticia fuera del terreno de juego. Y a los madridistas no les está haciendo ni pizca de gracia. El último gesto ante el Alavés echándose una siesta ha colmado la paciencia de los aficionados.
Desde que fichó por el Real Madrid han sido muchos desplantes. Tras llevar varias temporadas en el club no ha querido responder ni una sola vez en español, gesto que le llegó a reprochar Toshak, seleccionador de Gales.
En muchos de los parones ligueros, se ha marchado a su país pese a estar lesionado y tampoco reducía su afición al golf mientras estaba de baja con su club.
Tampoco gustaron sus declaraciones en el post partido de la final de Champions ante el Liverpool, siendo él el auténtico protagonista. El galés, que en lugar de celebrar el momento como se merecía, empañó su actuación con unas polémicas declaraciones al término del partido asegurando que estaba decepcionado por no haber entrado en el once y que tendría que hablar con su agente porque se sentía titular".
Otra falta de respeto, según los aficionados, fue ver cómo Bale se marchaba antes de tiempo de los partidos en los que jugaba el Real Madrid. Pese a que en algunas ocasiones iba perdiendo el conjunto blanco, el galés no quiso quedarse hasta el final y se iba más de 10 minutos antes de la conclusión del encuentro.
El galés tampoco hace mucho por hacer piña con el equipo. Con la excusa de que se va a dormir a las 23:00h, el delantero no suele acudir a las cenas del equipo y prefiere quedarse en casa. Un corte de mangas en el Metropolitano cuando el Real Madrid ganó 1-3, el desplante a Lucas Vázquez cuando iba a felicitarle por marcar un gol ante el Levante, las risas en el banquillo tras caer 0-2 ante el Betis, la prohibición de publicar sus partes médicos y las espantadas a Gales para participar en partidos de clasificación mientras que en el Real Madrid seguía lesionado.
Pero de todo lo que más dolió al Real Madrid fue la pancarta desplegada por su selección en la celebración de la clasificación para la Eurocopa. La pancarta, que llevaba el lema "Gales. Golf. Madrid. Por este orden" fue, en opinión de la parroquia blanca, la mayor falta de respeto por su club. No sólo por la pancarta, sino porque él sabía a lo que se podía exponer y participaba conscientemente en la broma.