No hay futuro para Gareth Bale en el Real Madrid. Al menos por ahora, ni siquiera parece que le vaya a salvar sus actuaciones de la Champions League si el conjunto blanco consigue deshacerse del Manchester City. El futuro del galés se vislumbra muy negro tras la conquista de la Liga número 34 del Real Madrid.
La relación entre Zidane y Gareth Bale está rota. Desde aquella pretemporada en la que el francés reconoció en la rueda de prensa que era mejor que el galés saliera cuanto antes y después trató de reconducir su situación. Desde entonces, el galés ha tenido una serie de comportamientos que no ha gustado al técnico blanco. Las continuas lesiones que se curaban ‘milagrosamente’ cuando jugaba con su selección, la actitud en el campo y en el banquillo han colmado la paciencia de Zidane y de los aficionados merengues.
El último desplante fue la trigésima cuarta jornada de Liga, tapándose los ojos con la mascarilla simulando que estaba echándose una cabezada. Ahora sólo espera quién de los dos tensa más la cuerda. Zidane o Bale. El galés ya dejó claro que piensa cumplir su contrato hasta 2022, se encuentra muy cómodo en Madrid y puede seguir disfrutando del golf.
El problema es que Bale, con su actitud, demuestra cada jornada que le da igual jugar que quedarse en el banquillo o estar en la grada.
Y sus números no le ayudan. El galés no marca en Liga desde el pasado 1 de septiembre y suma desde entonces poco más de 800 minutos -unos 13 partidos- sin ver puerta. El galés suma tan sólo dos goles, ambos marcados ante el Villarreal.
Con su actitud, Zidane lo tiene claro: ha dejado al galés en el banquillo sin saltar al terreno de juego en seis de las últimas siete jornadas sumando tan sólo una titularidad. Su gesto en esa ‘siesta’ ante el Alavés le ha dejado prácticamente sentenciado.
Sólo sus apariciones en momentos decisivos como en las finales de Champions o Copa del Rey le han mantenido en el conjunto blanco, pero los aficionados blancos ya se han hartado. Desde los gestos como aquel ‘Gales, Golf, Madrid’, muchos de los seguidores merengues ya le han puesto la cruz.
Sus últimas publicaciones se han llenado de insultos por su falta de compromiso. Durante el confinamiento por el coronavirus el galés ha mostrado siete publicaciones: cuatro de golf, dos con su equipo de e-sports, una de publicidad y una felicitando a Sergio Ramos por su cumpleaños.