El Real Madrid se coronó como ganador de La Liga el pasado fin de semana. La celebración, a pesar de que les esperaba el partido de vuelta de semifinales de Champions League contra el Manchester City, se llevo a cabo con la ausencia de Gareth Bale y con la presencia de Eden Hazard, dos jugadores con situaciones parecidas pero compromiso diferente.
El Real Madrid alzó el trofeo de La Liga al terminar el partido frente al Espanyol en el Santiago Bernabéu. Un autobús descapotado esperaba a la plantilla madridista para darse un baño de masas por la capital. La baja más notable fue la de Gareth Bale, mientras que Hazard, con una situación de lesión similar, decidió sí acudir a festejar con sus compañeros.
Bale explicó en sus redes sociales que unos dolores en la espalda no le iban a permitir celebrar con el equipo porque no podía moverse de casa. Tampoco asistió a ver el partido a las gradas del Bernabéu. “CAMPEONES ¡Muy decepcionado de no poder ser parte de las celebraciones esta noche debido a un espasmo en la espalda, pero estoy muy orgulloso del equipo por ganar el título! ¡Disfrutad esta noche chicos! #HalaMadrid”
El madridismo apunta otro gesto feo del galés a la lista: desde borrarse de convocatorias del Real Madrid alegando lesiones, hasta estar perfectamente para jugar con su selección las fases clasificatorias del Mundial. Su contrato expirará en junio y no habrá renovación, por lo que se marchará por la puerta de atrás.
Los aficionados no se creen la 'excusa' de la espalda y han estallado en redes sociales con comentarios como: "Esta escusa es malísima" o "Su compromiso con el equipo es nefasto, vete ya".
Eden Hazard, sin embargo, también marcado por las lesiones durante todo su paso por el Real Madrid y estando fuera de la convocatoria de Ancelotti para ese partido, acudió a presenciar el partido en símbolo de apoyo al club y sus compañeros. Además, también celebró con ellos sobre el césped y en el autobús. Y es que el belga está integrado en la vida del vestuario, no como su compañero Bale.
Hizo lo mismo para el partido frente al Manchester City. Hazard acudió a apoyar al equipo junto con su hijo y sus amigos. Fue partícipe de la foto final, de la fiesta en el vestuario y hasta de la vuelta de honor. Un compromiso que no se puede plasmar en el campo debido a las lesiones que lastran al delantero pero que enamora al madridismo.