La Guardia Civil ha vuelto a detener a Carlos Aranda en Andalucía. El exfutbolista es acusado de ser el líder de una organización que tiene viviendas de cultivo de Marihuana en Antequera, Alcaucín y Periana. Junto a él también han caído otros cuatro implicados. Todos son acusados de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, defraudación de fluido eléctrico y falsedad documental.
En el registro se han detectado 700 plantas de marihuana, más de 20.000 euros de dinero en efectivo. Además de seis vehículos, material informático de última tecnología, móviles y documentación.
Las fuerzas de seguridad llevaban meses tras los pasos de Aranda y sus compañeros en una investigación arrancada en la vivienda del exfutbolista en El Palo.
Aranda fue detenido en el año 2019 como cabecilla de la ‘Operación Oikos’. En ella se investigaba corrupción y amaño de partidos. Días después de su detención, quedó en libertad al pagar la fianza.
El exfutbolista siempre negó los hechos y ante el juez aseguró que “No he hablado en mi vida con nadie para comprar un partido. No tengo poder económico para hacerlo. Yo apuesto y no es que diga a mi alrededor que va a pasar esto. Yo apuesto y la gente lo ve. Hay que ser realista, el mundo del fútbol, las apuestas, lo ha reventado, ya está corrompido".
Los policías al frente de la investigación de la Operación Oikos situaron en sus informes a Carlos Aranda como el responsable de liderar una organización criminal que salpica a otros jugadores y directivos en el presunto amaño en el fútbol profesional. También se les relaciona con una red de blanqueo de dinero y otras actividades ilícitas vinculadas con el narcotráfico.