Josep María Bartomeu sigue siendo presidente del Barcelona, por el momento. La Junta Directiva está esperando una respuesta de la Generalitat para pronunciarse sobre su futuro. El Govern tiene que decidir si es segura una votación en estado de alarma, y si sigue dando el visto bueno a que se produzca este fin de semana en el Camp Nou, Bartomeu podría dejar el cargo.
El presidente del Barcelona está convencido de que el independentismo quiere que deje el club y que está forzando su salida antes de llegar a las elecciones que tiene convocadas para el mes de marzo de 2021. Bartomeu quiere retrasar al máximo su posible dimisión, y solo se pronunciará cuando la Generalitat tome una decisión sobre el referéndum.
“Bartomeu cree que el independentismo lo quiere fuera del club”, dijo Sique Rodríguez en El Larguero de la Cadena SER. La relación entre el Barcelona y el Govern siempre ha sido complicada, desde el partido a puerta cerrada ante Las Palmas, hasta ahora porque consideran que el Barcelona no se ha sumado a la del procés.
Josep Maria Bartomeu aseguró que defendió "lo mejor" para el club cuando decidió negarse a dejar marchar a Leo Messi, aceptando "la erosión" y "el desgaste" que le costó esa postura. "Durante aquellas semanas tuve que defender que lo mejor para el Barça era la continuidad del mejor jugador del mundo y de la historia del fútbol. Leo Messi tenía contrato en vigor, ya que había caducado la opción de la rescisión unilateral. Y lo más importante: la prioridad deportiva era poner en marcha un nuevo ciclo con Messi en el equipo", afirmó Bartomeu durante la rueda de prensa para explicar los motivos de no poner fecha aún a la moción de censura y descartar su dimisión.
El dirigente decidió no hablar en aquel momento porque "no era oportuno establecer una dialéctica pública" con el "capitán" del equipo. "Tampoco lo haré ahora, va con el cargo", aseveró, lamentando que se le acusase "de querer forzar un traspaso por cuestiones económicas, para 'salvar los números', decían".
"Pues, no. Voy defender los intereses del club, aceptando la erosión que significaba negarse a la decisión de Messi de irse a uno de nuestros 'rivales", remarcó el mandatario 'culé', "convencido" que el actual equipo, "con Leo Messi y una mezcla de jóvenes talentos y experiencia ganadora, recuperará el orgullo y la ilusión de los barcelonistas". "Pero había que tomar decisiones, y las hemos tomado, aceptando mucho desgaste y siempre priorizando los intereses del club por encima de todo", sentenció.
Además, reconoció que tras la eliminación ante el Bayern "era urgente e inaplazable afrontar inmediatamente el nombramiento de un nuevo técnico y la gestión del mercado deportivo más atípico de la historia", en el que recordó que tenían que hacer "compatibles" sus necesidades deportivas "con las nuevas exigencias económicas".
En este sentido, se apostó por Ronald Koeman porque mantenía "la idea futbolística, con la experiencia y el carácter necesario para afrontar una renovación de la plantilla", y también le dio las gracias al nuevo técnico por aceptar el cargo "en circunstancias complejas, teniendo que afrontar decisiones muy difíciles e impopulares y en un contexto económico complicadísimo".