Diego Pablo Simeone se juega algo más que la clasificación de Champions en esta recta final de la temporada. El entrenador rojiblanco tiene una clausula en su contrato firmado al alza hasta el año 2024 que el exige la clasificación para el máximo torneo europeo.
Si el Atlético de Madrid no consigue quedar entre los cuatro primeros verá anuladas varias condiciones de su contrato. Tanto el club como Simeone están obligados a revisar la ficha para renegociar a la baja.
a derrota contra el Athletic Club en San Mamés (2-0), la novena de la temporada y la segunda en las cuatro últimas jornadas, expone al Atlético de Madrid a un tramo final de La Liga más que inquietante, con cuatro exámenes finales a toda presión que necesita solventar para aprobar un curso demasiado irregular.
El primero lo enfrenta en el derbi al campeón, el Real Madrid, en el Wanda Metropolitano. Mientras aparece el debate del 'pasillo' al conjunto blanco y 'eterno' rival por el título ganado de La Liga, el duelo asume una trascendencia altísima para el Atlético, ante el acecho que siente por detrás tanto del Betis como de la Real Sociedad y ante la distancia que han tomado sobre él tanto el Sevilla, a tres, como el Barcelona, a cinco puntos.
El grupo de Diego Simeone necesita ganar. La fiabilidad en su estadio es apreciable a lo largo de todo el curso, como el tercer mejor local de LaLiga Santander, ganador de once de sus diecisiete duelos allí, con tan solo dos derrotas (0-1 con el Levante y 1-2 con el Mallorca), pero con un empate reciente: el 0-0 con el Granada.
Antes de eso había ganado ocho de sus nueve duelos anteriores en casa, con la única excepción del ruidoso tropiezo con el Levante. Y también con más resultados que juego en el Wanda Metropolitano en esta temporada.
El desafío es vencer al Real Madrid, Karim Benzema, Thibaut Courtois y al campeón, a los que sólo han ganado tres equipos en esta campaña: el Espanyol (2-1), el Getafe (1-0) y el Barcelona (0-4), por ese orden. No ha perdido en las últimas cinco jornadas, todas con victorias, y nunca ha caído en el Wanda Metropolitano.
En sus cuatro visitas precedentes, empató en tres (0-0, en 2017-18 y 2019-20, y 1-1, la pasada campaña) y ganó en otra, por 1-3 en 2018-19. El Atlético, además, encadena once derbis ligueros sin victoria. Desde el año 2016.
La pasada Liga, cuando se proclamó campeón, también visitó el Martínez Valero en el tramo final. Allí ganó 0-1, con muchas ocasiones en el primer tiempo, pero también con el alivio que supuso el penalti fallado por Fidel en los instantes finales. Es un aviso para el Atlético, como también lo son sus números como visitante a lo largo de toda esta temporada liguera.
Ahora encadena dos derrotas fuera de casa, con el 1-0 en Mallorca y el 2-0 en Bilbao, pero nunca en todo este ejercicio ha rendido al nivel que se esperaba lejos del Wanda Metropolitano.
Los números lo delatan de forma indudable: de sus 17 desplazamientos venció y perdió los mismos encuentros, siete (un 41 por ciento en cada caso), y empató tres. Ha marcado 28 goles, ninguno en sus dos salidas recientes, y ha recibido 26. Sólo sostuvo su portería a cero en dos de esos 17 choques. Y nada más ha ganado cuatro de sus 14 visitas ligueras recientes.
Tal y como está actualmente la competición, con la irregularidad tanto del Atlético de Madrid como del Sevilla en los capítulos más recientes del campeonato, el duelo de la penúltima cita en el estadio Wanda Metropolitano probablemente sea definitivo para uno de ellos o para los dos para alcanzar las plazas de la Liga de Campeones, dependiendo también de los marcadores del Betis, la principal amenaza para los dos en la zona alta.
Por el momento, hay tres puntos de distancia entre el Sevilla, tercero, y el Atlético, cuarto, pero los dos dependen de sí mismos para ser, como poco, terceros al final de la Liga en la actualidad. Estarán en juego tres puntos vitales, pero también la diferencia particular en sus enfrentamientos en el caso de un hipotético empate en la tabla. En la primera vuelta en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, el Sevilla se impuso por 2-1.
El pasado 19 de enero, en los octavos de final de la Copa del Rey, el Atlético de Madrid naufragó de forma estrepitosa en el Reale Arena de San Sebastián (2-0), doblegado por un desastre defensivo y anulado por su desaparición ofensiva en un escenario que siempre le ha generado numerosos problemas al conjunto rojiblanco... Y en el que ahora podría jugarse toda una temporada a un único encuentro, encima contra un rival que puede ser muy directo.
Además, allí ha perdido cinco de sus últimos ocho encuentros, cuatro de ellos sin marcar un solo gol, muchas veces desdibujado por la presión que propone su adversario, devorado por la ambición de la Real Sociedad. El Atlético ganó la pasada temporada (0-2), en 2018-19 (0-2) y en 2105-16 (0-2), pero también cayó en la citada última visita en la Copa del Rey (2-0), en 2019-20 (2-0), en 2017-18 (3-0) en 2016-17 (2-0) y en 2014-15 (2-1).
El equipo donostiarra, sexto, está a cuatro puntos del Atlético en la clasificación y sólo ha perdido tres de sus 17 duelos como local en este curso, aunque ahora atraviesa una racha liguera de tres encuentros sin ganar.