La debacle del PSG en Champions abre una pequeña ventana de oportunidad para que el FC Barcelona vuelva a intentar el regreso de Leo Messi, anhelado por gran parte del barcelonismo. El club azulgrana, bajo el punto de mira de todos los organismos reguladores, habría dado con la fórmula para ejecutar la vuelta del argentino siempre que el futbolista del PSG quisiera dar el paso.
Leo Messi acaba contrato este verano y sigue sin renovar con el PSG. Tras ganar el Mundial de Qatar, la ampliación parecía darse por hecha, pero estamos en el mes de marzo y sigue sin haber una idea clara por parte del argentino de renovar su actual vinculación con la entidad parisina. Aunque desde París apuntan a que 'La Pulga' se habría decantado ya por el Inter de Miami de Beckham, Laporta quiere acabar de quemar la últimas naves para apuntarse un puntazo ante la afición azulgrana.
Según informa La Razón, la dirección deportiva del Barcelona habría dado con la tecla para traer de vuelta a Messi sin incumplir el riguroso 'fair play' financiero de la Liga. Se utilizará una ingeniería económica parecida a la que la temporada pasada se usó para traer de vuelta a Dani Alves al club.
Según el citado medio, Leo Messi podría volver al Barcelona si acepta un salario de 200.000 euros anuales, misma cantidad que cobró Dani Alves los seis meses que estuvo en la entidad azulgrana. Para compensar tan irrisorio salario, el Barcelona celebraría un partido amistoso para homenajear a la figura del crack argentino con el que estimaría recaudar unos 100 millones de euros, que irían íntegramente para el crack argentino.
Aunque firmar por el PSG no le ha servido para ganar la Champions, y pese al deseo de su familia de volver a Barcelona - donde sigue pasando largas temporadas - Leo Messi parece reticente a una segunda aventura en el Barça, el menos como futbolista. La propuesta de Beckham atrae mucho al jugador aunque sabe que con el paso adelante que han dado los de Xavi, un 'Last Dance' a lo azulgrana podría brindarle una última oportunidad para volver a levantar la 'orejona' antes de dejar el fútbol de primerísimo nivel.