Dani Ceballos dio un paso adelante a comienzo de año. El centrocampista demostró que está para jugar más que minutos residuales en algunos partidos y con la lesión de Tchouameni entró en el once de titular en varios encuentros con un gran resultado.
Había sido lo mejor de los blancos en varias semanas tras el bajón que había tenido después del Mundial de Qatar, pero eso no le ha bastado para dar el paso definitivo con Carlo Ancelotti. El Mundial de Clubes era buen momento para reivindicarse, pero la vuelta del centrocampista francés vuelve a frenar su progresión.
Ancelotti confiaba en su once para este torneo en el centro del campo favorito de esta temporada para el italiano: Tchouameni, Kroos y Modric. Eso no ha impedido que Ceballos se viniera abajo y de nuevo demostraba su gran estado de forma.
Primero en las semifinales dejando una gran jugada con Rodrygo y después en la final con Vinicius tras salir del banquillo. Además, los números le avalan. Completó con un 98,3% de acierto en el pase (57/58), con un 100% (16/16) en el tercio final, y creando tres ocasiones (sólo superado por las cuatro generadas por Valverde), todo ello en solo 28 minutos que disputó en la final.
Ceballos ha dado un golpe en la mesa tras el Mundial, antes de él era uno de los jugadores menos utilizados por Ancelotti y tras él ha remontado acumulando 883 minutos siendo ahora de los más juega de la segunda línea por detrás de Asensio y Lunin. El italiano sabe que tiene que darle descanso a Kroos y Modric, pero todavía se resiste a quedarlos en el banquillo en las grandes ocasiones.
El utrerano con estas últimas semanas podría haber cambiado de parecer y ya no descarta quedarse y renovar. El jugador ya sabe que el Santiago Bernabéu está de su parte y le han pedido que se quede y le han dado grandes ovaciones por su gran juego.