La Supercopa de España arranca este miércoles en Arabia Saudita y con ello se pone en juego el primer título de este 2023 en el fútbol español. Aunque es uno de los torneos menos importantes de la temporada, desde que dejara de celebrarse en España no ha parado de generar ruido, tanto deportivo como extradeportivo.
Viendo las entrañas de este torneo, lo cierto es que los aficionados tienen motivos para enfadarse, y no solo porque los partidos se celebren a miles de kilómetros de España, si no porque Arabia Saudita no trata a todos los equipos por igual. La primera injusticia es que no todos los equipos cobran lo mismo por el mero hecho de participar, si no que lo hacen en base a un baremo que mide sus "resultados históricos y la incidencia que tienen entre los espectadores".
El Real Betis es el que menos gana, poco más de un millón de euros, le sigue el Valencia, que supera los dos millones y después, Real Madrid y FC Barcelona que se embolsaran 3,1 millones de euros por hacer lo mismo que valencianistas y verdiblancos: participar en la Supercopa de España.
Otra de las curiosidades, que deja mucho que desear, es que a la Federación le conviene que Real Madrid y FC Barcelona lleguen a la final y que Arabia Saudita tenga así su particular Clásico. El fútbol español percibirá 40 millones de euros por celebrar el torneo allí, de los que 20 'kilos' irán para ayudar a las categorías más modestas de nuestro país. Sin embargo, si blancos y azulgranas no alcanzan la final del próximo domingo a las 20.00H, el montante final se reducirá en cinco millones, hasta los 35 en total.